Las autoridades de Turquía han acusado este jueves al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) del atentado perpetrado el miércoles contra las principales instalaciones de la empresa Turkish Aerospace Industries (TAI) en la capital, Ankara, que dejó al menos cinco muertos y 22 heridos.
El ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, ha indicado en su cuenta en la red social X que los dos terroristas implicados en el ataque son Ali Orek, alias 'Rojger', y Mine Sevijin Alcicek, ambos vinculados al grupo armado kurdo, que por ahora no se ha pronunciado sobre su posible papel en el atentado.
"Quedó claro que los dos terroristas que atacaron en la TAI eran miembros del PKK", ha manifestado. "Estamos decididos a eliminar de nuestras tierras a la traicionera organización terrorista que amenaza la unidad, la solidaridad y la paz de nuestro país", ha agregado.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha manifestado durante la cumbre de los BRICS en la ciudad rusa de Kazán que el ataque "refuerza la determinación de Turquía a la hora de eliminar el terrorismo", al tiempo que ha dado las gracias a los "amigos" que han trasladado sus condolencias al país, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Tras el ataque, el Ejército turco atacó supuestos objetivos del PKK en el norte de Irak y Siria. Las fuerzas kurdas sirias han denunciado este mismo jueves la muerte de doce civiles, incluidos dos niños, a causa de estos ataques, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas en territorio iraquí.
El atentado tuvo lugar horas después de que el encarcelado líder del PKK, Abdulá Ocalan, recibiera su primera visita en prisión en más de cuatro años y medio, encuentro en el que trasladó a su sobrino, Omer Ocalan, que tendría capacidad para llevar la situación "del terreno del conflicto y la violencia al terreno legal y político", en aparente referencia a un posible proceso de negociaciones.
De hecho, el líder del partido ultranacionalista turco Partido de Acción Nacionalista (MHP), Devlet Bahceli, aliado de Erdogan, propuso esta semana que Ocalan --detenido en 1999 en la capital de Kenia, Nairobi, y posteriormente encarcelado en Imrali-- acuda ante el Parlamento para proclamar la "disolución" del grupo e incluso abriera la puerta a su liberación si diera este paso, acogiéndose a la ley "derecho a la esperanza".
El Ejército turco suele llevar a cabo operaciones militares contra el grupo en Irak --donde la formación cuenta con numerosas bases-- y en Siria desde que quedó roto el alto el fuego entre el Gobierno y el grupo armado en julio de 2015. Las FDS, apoyadas por la coalición que lidera Estados Unidos, están encabezadas por la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG), con lazos con el PKK.