Moscú, 24 oct (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, negó hoy que Rusia interfiera en los asuntos internos de otros países y destacó que los problemas que afrontan algunas naciones de Occidente se deben a sus propias políticas, al comentar acusaciones británicas sobre una presunta operación rusa dirigida a generar caos en Europa.
“Es un disparate total”, afirmó en rueda de prensa al término de la cumbre del grupo BRICS en la ciudad rusa de Kazán, tras ser preguntado al respecto.
La semana pasada el jefe del MI5 británico, Ken McCallum, advirtió de que el servicio de inteligencia exterior ruso lleva a cabo una “misión sostenida para generar caos en las calles británicas y europeas” por medio de “incendios, sabotajes y otras acciones”, sin dar más detalles.
Según Putin, “lo que sucede en las calles de algunas ciudades europeas es el resultado de la política interna de estos Estados”.
“¿Acaso somos culpables de esto? Es como se dice en Rusia, un intento de blanquear a culpables y culpar a inocentes y eludir la responsabilidad por decisiones incorrectas en la esfera de la economía y en la esfera de la política interior”, añadió.
Señaló que “la economía europea se mueve al borde de la recesión, y las principales economías de la zona euro están prácticamente en recesión”.
“Hay que mirar ante todo los resultados de la política de Occidente en la esfera de la economía, las finanzas y la política interior”, dijo, al poner como ejemplo el caso de Alemania, que se ha visto privada del gas ruso tras el sabotaje a los gasoductos Nord Stream y ni siquiera se decide a utilizar el último ramal intacto.
En una clara crítica a Berlín, preguntó: “¿Qué trabajo les cuesta a las autoridades alemanas simplemente apretar un botón, y todo se pondrá en marcha (los suministros de gas ruso). Pero no lo hacen por consideraciones políticas”.
“Nosotros no somos los que nos negamos” a suministrar el gas, añadió.
Además, acusó a EEUU, el principal aliado de Alemania, de “crear condiciones para que sectores enteros de la economía alemana se muden” al otro lado del Atlántico “porque allí las autoridades crean condiciones más favorables para el trabajo de las empresas y el gas es tres o cuatro veces más barato que en Europa", explicó. EFE
(foto) (vídeo)