Cerca de una veintena de muertos por el paso de la tormenta 'Kristine' por Filipinas

Las autoridades de Filipinas han informado este jueves de que cerca de una veintena de personas han muerto y seis se encuentran continúan en paradero desconocido tras el paso de la tormenta tropical 'Kristine', también llamada 'Trami', en la provincia de Bicol, en el norte del país.

Las fuerzas de seguridad de la región han indicado que la mayoría de los fallecimientos se deben a ahogamientos y corrimientos de tierra provocados por las fuertes lluvias, si bien la cifra podría seguir aumentando a medida que avanzan las operaciones de rescate en la zona.

Los colegios han amanecido cerrados esta mañana, mientras que muchos comercios han tenido que cerrar sus puertas, también en la isla de Luzón, que se ha visto afectada.

Gremil Alexis Naz, portavoz de la Oficina de Defensa Civil (OCD) de Bicol, ha informado de que entre las última víctimas se encuentran un niño de once años cuyo cadáver ha sido recuperado este jueves tras caer en un canal de San Nicolás, en la ciudad de Iriga.

En el municipio de Calabanga, un agricultor de 43 años ha fallecido también después de que su embarcación volcara cuando trataba de rescatar a varios familiares, según informaciones del diario 'Philippine Daily Inquirer'.

Asimismo, seis personas continúan desaparecidas en San Fernando y Dimasalang, Masbate, así como en Libon, cuyo alcalde, Wilfredo Maronilla, ha confirmado la desaparición de una mujer tras un corrimiento de tierras que sepultó decenas de viviendas la tarde del miércoles.

Las lluvias torrenciales provocadas por la tormenta han causado el desbordamiento de varios ríos y han sumergido pueblos enteros, que han quedado completamente anegados. Así, decenas vehículos han sufrido daños por el desprendimiento de sedimentos volcánicos, tal y como han recogido varios medios locales.

Unas 32.000 personas han tenido que abandonar sus hogares en el norte de Filipinas a medida que la tormenta se ceba con la isla de Luzón, donde han saltado todas las alarmas. En la región de Bicol, a unos 400 kilómetros al sureste de la capital, Manila, las inundaciones complican las labores de rescate.