Berlín, 24 oct (EFE).- El fisco alemán ingresará en 2025 un total de 12.700 millones menos de lo esperado inicialmente, lo que amenaza con recrudecer el debate abierto dentro de los partidos de la coalición de Gobierno sobre los presupuestos.
"El principal mensaje de hoy es que no hay margen para una política de distribución", dijo este jueves el ministro de Finanzas, Christian Lindner, en la presentación de las estimaciones de recaudación fiscal en una conferencia de prensa.
Para 2025 el grupo de trabajo para la estimación de la recaudación calcula ahora ingresos por valor de 984.400 millones de euros, 12.700 millones menos de lo que había estimado en mayo.
También se rebajó el pronóstico para 2026, en 8.700 millones de euros, y para los años hasta 2028, en 58.100 millones.
"Los resultados de la estimación de la recaudación fiscal muestran que no podemos confiar en que esta crezca. Necesitamos crecimiento económico. Es hora de que llevemos nuestro país otra vez al camino del éxito", aseguró Lindner.
Para el ministro la fórmula para lograr más crecimiento pasa por menos burocracia, más inversiones privadas y menos regulación y advierte que los datos publicados hoy no abren margen para más gasto público.
"Por el contrario, tendremos que consolidar más. No todo gasto estatal será posible", agregó.
El Gobierno alemán calcula que el PIB aumentará un 1,1 % en 2025 y se acelere hasta el 1,6 % en 2026 tras una contracción del 0,2 % en 2024, lo que supondría encadenar dos años de recesión, algo que solo ocurrió en 2002 y 2003.
El plan de presupuesto del Gobierno tripartido -formado por socialdemócratas, liberales y Verdes, contempla gastos de 490.000 millones de euros en 2025.
Más de un 10 % de los gastos deberán ser financiado a través de deuda.
Sin embargo, en el trámite parlamentario deberá encontrarse una fórmula para ahorrar 3.000 millones de euros después de que no hubiera un acuerdo pleno al respecto entre Lindner, también presidente del Partido Liberal (FDP), el canciller, Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata (SPD) y el vicecanciller, Robert Habeck, de Los Verdes.
Lindner rechazó una suspensión del llamado freno a la deuda que exige que el déficit no sea mayor al 0,35 % del PIB.
La defensa de la política de austeridad es una bandera del FDP mientras que en el SPD el jefe del grupo parlamentario, Rolf Mutzenich, considera que el freno a la deuda se ha convertido en un freno para el crecimiento, según dijo en declaraciones al "Süddeutsche Zeitung".
Preguntado hoy al respecto, Lindner afirmó que no está convencido de que un aumento del gasto público lleve automáticamente a más crecimiento y dijo que en muchos ministerios hay "reservas de eficiencia".
"No gastamos poco dinero, gastamos mucho. El problema está en gastarlo de manera más eficiente", indicó.
Lindner aludió expresamente al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales donde cree que hay un potencial de ahorro.EFE