Jorge Dastis
Jerusalén, 23 oct (EFE).- Tras la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar, en combate en Gaza la semana pasada, Israel ofreció paso seguro fuera del enclave a cualquier gazatí que deje las armas y ayude a liberar a los rehenes, a lo que se une ahora una particular recompensa: 100.000 dólares en efectivo (o bitcóin) del bolsillo de un famoso empresario israelí.
"Cuando ofreces paso seguro, inmunidad y algo de dinero para construir una nueva vida, eso se convierte, como dicen en 'marketing', en una oferta que no puedes rechazar", explica a EFE Daniel Birnbaum, ex director ejecutivo de SodaStream, sobre su decisión de añadir una recompensa monetaria al ofrecimiento de las autoridades.
Pero la oferta tiene fecha de caducidad: esta misma medianoche.
Birnbaum confiesa que no se lo pensó mucho antes de lanzar al mundo el vídeo en el que, dirigiéndose directamente a los palestinos de Gaza, asegura que ha llegado el momento de acabar con la guerra y que cualquier persona que ayude a liberar a uno de los casi 100 rehenes israelíes que todavía permanecen en el enclave recibirá 100.000 dólares de su propio bolsillo.
Quedan dentro del enclave 97 cautivos del 7 de octubre, de los que 34 están confirmados muertos; mientras que el Ejército solo ha podido rescatar con vida a 8 rehenes y ha recuperado los cuerpos de 37.
"Tengo que admitir que lancé esto sin un proceso porque el tiempo era lo más sensible", asegura el empresario, que tuvo miedo de que, tras la muerte de Sinwar, los milicianos de Hamás reaccionaran matando al resto de los secuestrados.
Por eso Birnbaum no se coordinó con las autoridades antes de lanzar su campaña (aunque sí pidió consejo a una veintena de exfuncionarios militares y de los servicios de inteligencia), y ahora pide que los portavoces del Ejército se hagan eco de su mensaje y se lo transmitan a los gazatíes.
"Creo que le he hecho un favor al Gobierno, y me tienen que devolver el favor a mí y a las familias de los rehenes abrazando y promoviendo el mensaje en los canales del portavoz en árabe y de Daniel Hagari (el principal portavoz castrense), y lanzando panfletos", sostiene. "Pagaré los panfletos", apostilla.
Hasta la fecha, el empresario ha recibido un centenar de respuestas a su mensaje, la mayoría insultos o amenazas. Pero al menos una decena de mensajes podrían contener pistas prometedoras, y Birnbaum los ha remitido a las autoridades.
El israelí utiliza un traductor digital para descifrar los mensajes en árabe que recibe, y en los próximos días entregará su teléfono a los servicios de seguridad para que sean ellos los encargados de gestionar el proceso.
Incluso la fecha límite que estableció en un primer momento no es tan límite como parece.
"Vengo del mundo del 'marketing'", explica, "donde aprendí que cuando quieres darle al consumidor un incentivo para actuar, hay que poner una ventana pequeña, porque si no, se lo piensa".
Sin embargo, ha recibido tantas ofertas, tanto dentro como fuera de Israel, para contribuir a la recompensa, que la iniciativa se mantendrá después de este miércoles como un 'crowdfunding', lo que además le permitirá desvincular su nombre del proyecto.
"La gente me acusa de que hice esto para promocionarme, pero yo nunca he pedido ninguna entrevista. Los medios se enteraron y todo el mundo quiere hablar conmigo", explica. "Donaré mi teléfono (a las autoridades), y ellos pueden hacer lo que sea", remata.
Para Birnbaum, su caso refleja la frustración que sienten muchos israelíes al ver que después de más de un año de guerra, las negociaciones para liberar a los rehenes siguen completamente estancadas y el Gobierno no parece querer hacer nada por revivirlas.
El empresario deja claro que culpa principalmente a Hamás de la falta de avances, pero no sin lanzar una pulla contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu: "No intentas cerrar un acuerdo y luego, en la víspera de firmarlo, dices que incluso si hay acuerdo vas a seguir luchando", remarca.
Tras la muerte de Sinwar, las autoridades de EE.UU. (uno de los principales mediadores, junto a Egipto y Catar) han mostrado su confianza en que se abre una nueva ventana de oportunidad para lograr un acuerdo. Pero Netanyahu no afloja, y sus mensajes dejan claro que la guerra continuará, al menos de momento.
"Creo que la gente asumía que el Gobierno tomaría la iniciativa de todo lo que tuviera que ver con las negociaciones para liberar a los rehenes", lamenta Birnbaum. Después de un año sin avances, dice, "ya es suficiente". EFE
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