El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, ha descartado este miércoles que su relación con el expresidente estadounidense y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, "esté en peligro" después de que el magnate neoyorquino acusara al Partido Laborista de injerencia electoral de cara a las presidenciales que tendrán lugar el próximo 5 de noviembre en el país norteamericano.
Así, ha señalado que la proximidad política entre su partido y la candidatura de la vicepresidenta, Kamala Harris, y su 'número dos', Tim Walz, no influirá en las relaciones bilaterales de los dos países si Trump consigue la reelección a pesar de que el republicano ha presentado una queja oficial ante las autoridades electorales federales acusando a los laboristas de "contribuir de forma ilegal a la campaña de Harris".
Estas acusaciones han sido vertidas después de que varios altos cargos del Partido Laborista se reunieran con miembros de la campaña demócrata en calidad de voluntarios. Sin embargo, Starmer ha defendido que ya se ha hecho en anteriores ocasiones y ha asegurado que ha pasado tiempo con Trump en Nueva York para garantizar que "cuentan con una buena relación", según informaciones recogidas por la cadena de televisión Sky News.
"Me reuní con él y mantuvimos conversaciones buenas y constructivas. Por supuesto, como primer ministro de Reino Unido, trabajaré con quien sea elegido para ocupar la Presidencia de Estados Unidos", ha aclarado.
Desde el partido insisten en que la participación como voluntarios en las elecciones estadounidenses "es una práctica común". "Cuando los activistas laboristas participan en estas acciones, lo hacen de forma individual, siguiendo las leyes y normas establecidas", ha añadido.