La Justicia británica condena a un exproductor que afirmó que el atentado del Manchester Arena fue un engaño

Padre e hija, heridos en el atentado de Manchester, ganan un caso por acoso contra un teórico de la conspiración que afirmó falsamente que el ataque fue un engaño del Gobierno británico

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Un padre y una hija británicos supervivientes del atentado del Manchester Arena en 2017, en el cual murieron 22 personas y hubo más de mil heridos, han ganado un caso por acoso en el Tribunal Superior de Reino Unido frente a un ex productor de televisión que aseguró que el ataque había sido un engaño.

Martin Hibbert y su hija Eve, que sufrieron lesiones en la médula espinal y daño cerebral, respectivamente, demandaron a Richard Hall por acoso y protección de datos en lo que se consideró el primer caso de este tipo presentado contra un teórico de la conspiración en Reino Unido, según recogen los medios británicos.

Hall afirmó sin pruebas, tanto en vídeos como en un libro, que el ataque pepretado en un concierto de Ariana Grande en 2017 fue un "engaño elaborado" por parte de agencias del Gobierno británico y que nadie resultó herido.

La jueza del Tribunal Superior de Reino Unido Karen Steyn ha precisado este miércoles en una sentencia de 63 páginas, divulgada por la prensa británica, que los demandantes habían ganado su petición por acoso, si bien no decidiría sobre la demanda por protección de datos en esta etapa. El juicio duró tres días y se celebró en julio de este año.

Steyn ha calificado la actuación de Hall de "irreflexiva e insensible" en cuanto a la "angustia que probablemente causarían sus persistentes intentos de desacreditar lo que dicen sobre él quienes sufrieron tan trágicamente en el ataque".

Más tarde, en declaraciones a los medios, Hibbert ha dicho que el fallo era una "victoria integral" y que planeaba con su equipo legal la posibilidad de "establecer una nueva ley en nombre de Eve" de cara a "proteger a otros de los que nos ha pasado a nosotrs en el futuro".

Su abogado, Jonathan Price, ha añadido que la bomba había cambiado la vida de su representado "en todos los sentidos imaginables". Asimismo, la jueza ha señalado que había pruebas contundentes de que el acusado causó al demandante "alarma, angustia e inseguridad".

El atentado se produjo el 22 de mayo de 2017 contra el Manchester Arena tras el concierto de Ariana Grande y causó 22 muertos --más la del terrorista suicida--, y más de mil heridos.

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