Bruselas dice que propuesta sobre centros de deportación "respetará siempre y en todo caso" derechos de migrantes

La comisaria de Igualdad, Helena Dalli, confirma que la propuesta para centros de deportación en terceros países priorizará el respeto a los derechos humanos y el Derecho internacional en el Parlamento Europeo

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La comisaria de Igualdad, Helena Dalli, ha afirmado este miércoles ante el pleno del Parlamento Europeo que el nuevo Ejecutivo de Ursula von der Leyen sigue adelante con la reflexión sobre centros de deportación en países terceros para derivar a migrantes irregulares llegados a la UE, pero ha asegurado que la propuesta que ponga sobre la mesa Bruselas no permitirá devoluciones en caliente y "siempre respetará" el Derecho internacional.

Ante la división de los grupos parlamentarios respecto a la legalidad de la medida, Dalli ha asegurado al cierre de su intervención en Estrasburgo (Francia) que la propuesta para agilizar y acelerar las expulsiones en la que trabajan los servicios comunitarios dedicará una "atención importante al respeto de los Derechos Humanos cuando se considere medidas como la de los centros de retorno".

En este contexto, ha defendido Dalli, la Comisión Europea está en contacto con organismos internacionales como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para "asegurar" que, "siempre, en todos los casos" que se contemplen se respetará tanto el Derecho Internacional como el principio de 'non-refoulement' que prohíbe las devoluciones en caliente.

De este modo, la comisaria ha defendido la posición de Bruselas ante un Hemiciclo dividido entre eurodiputados conservadores y la ultraderecha que defienden las expulsiones y eurodiputados socialistas, liberales y de izquierdas que ponen en duda la legalidad de un modelo a imagen del controvertido pacto entre el Gobierno italiano de Gorgia Meloni y Albania.

Aunque varios países han presionado en los últimos meses para elevar a 27 el debate sobre la necesidad de externalizar las expulsiones de migrantes, fue Von der Leyen quien formalizó el debate la semana pasada al incluir los centros de deportación en su carta a los líderes de la UE.

En ella, la jefa del Ejecutivo comunitario confirmaba que presentará en próximos meses una propuesta revisada sobre la directiva de retorno y planteaba como elementos a tener en cuenta estos centros, así como la necesidad de contar con una definición armonizada de países terceros seguros a los que poder deportar a los migrantes irregulares o castigar a los países de origen o tránsito que no acepten los retornos.

Con todo, Dalli también ha defendido la importancia del Pacto de Migración y Asilo recién acordado entre los 27 para gestionar la presión migratoria de manera "ordenada y eficaz", al tiempo que ha subrayado la importancia de "mantener el nivel de ambición dentro del calendario".

El pacto tiene prevista su aplicación plena para el horizonte de 2026, pero países como España han reclamado que se aceleren los procedimientos para su aplicación "plena" ya en 2025. "La Comisión está dispuesta a acelerar el ritmo de aplicación y ejecución de algunos elementos", ha dicho Dalli, antes de advertir de que en todo caso se haría "manteniendo el equilibrio entre solidaridad y responsabilidad, así como entre la dimensión exterior y la interior".

GRUPOS DIVIIDOS

El portavoz del Partido Popular Europeo (PPE) en el debate, Tomas Tobé, ha llamado a "recuperar el control" en materia migratoria y a proceder a una aplicación del Pacto "rápida y eficaz", al tiempo que ha reclamado a Bruselas que presente su propuesta sobre retornos "en los primeros 100 días" de mandato de la nueva Comisión.

Su compañera de bancada y líder del PP en la Eurocámara, Dolors Montserrat, por su parte, ha defendido que, mientras que las entradas irregulares caen en otras rutas a la UE, la situación de Canarias, Ceuta y Melilla es de "grave riesgo de colapso" y ha acusado la "inacción" del Gobierno de Pedro Sánchez como "peligro para la seguridad" del bloque.

La líder de los Socialistas y Demócratas, la eurodiputada del PSOE Iratxe García, por su parte, ha avisado de que su grupo "no permitirá que la carta de Von der Leyen entierre el Pacto Migratorio" y ha argumentado que "la única carta que estamos obligados a cumplir es la Carta de Derechos Fundamentales de la UE" que garantiza el derecho al asilo y prohíbe las expulsiones colectivas.

"Las deportaciones indiscriminadas no sólo es una cuestión de política migratoria, también representa la más indigna abdicación de los valores de la UE", ha remachado García, quien ha considerado "inaceptable arrodillarse ante la extrema derecha".

De manera similar, la eurodiputada de Sumar Estrella Galán ha tachado de "miope" a quienes ven en la política de retornos la clave para gestionar la migración irregular, al tiempo que ha acusado a Von der Leyen de haber "cruzado una línea roja por un puñado de votos" y avisado de que "abrir 'guantánamos' en terceros países que no respetan los Derechos Humanos es ilegal".

La líder de los liberales (Renovar Europa), Valérie Hayer, a su vez, ha avisado de que el modelo albanés del que Von der Leyen pide extraer lecciones es en realidad una decisión política "que pone en tela de juicio la soberanía (de los países de la UE)". "¿Dónde está nuestra soberanía si cedemos la gestión migratoria a terceros?", se ha preguntado.

Desde la ultraderecha, la portavoz del grupo de Patriotas por Europa, Kinga Gal, ha afirmado que la falta de control sobre las fronteras exteriores "está destruyendo a Europa", ha defendido la reintroducción de controles interiores si no hay cambios y asegurado que el gobierno de su país, Hungría, está siendo "castigado" por Bruselas por tomar medidas en los últimos años que ahora" se acuerdan en silencio" en la UE.

En el mismo grupo parlamentario, el líder de VOX en la Eurocámara, Jorge Buxadé, ha apostado por "deportaciones masivas" como única respuesta a la presión migratoria en la frontera y ha afirmado que los europeos están "hartos de la palabrería cosmética" de Von der Leyen.

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