Las autoridades de Nigeria han elevado a más de 180 los muertos a causa de la explosión la semana pasada de un camión cisterna cargado de combustible a su paso por el estado de Jigawa, en el noreste del país africano.
El gobernador de Jigawa, Umar Namadi, ha cifrado en 181 el total de fallecidos por el suceso, que tuvo lugar el 15 de octubre, antes de agregar que otras 80 personas siguen hospitalizadas, por lo que no se descarta que la cifra de muertos aumente durante los próximos días.
Asimismo, ha desvelado que el presidente nigeriano, Bola Tinubu, ha prometido "intervenir" y "dar ayuda" a las víctimas del suceso, cuyas causas están aún siendo investigadas por las autoridades, tal y como ha recogido la agencia estatal nigeriana de noticias, NAN.
Las autoridades han indicado que muchas de las víctimas mortales son personas que se acercaron al vehículo después de que su conductor perdiera el control del mismo y sufriera un accidente cuando atravesaba la localidad de Majiya.
El conductor cubría la distancia entre Kano y Nguru, en Yobe, cuando se produjo el accidente. La zona del norte de Nigeria presenta una alta tasa de pobreza, lo que propicia que los residentes se aproximen a estos vehículos en caso de accidente, una práctica muy peligrosa.
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