Christian Afonso
Las Palmas de Gran Canaria (España), 23 oct (EFE).- A sus 22 años, Armide Soliveres ya ha cumplido uno de sus grandes sueños. Tras años de un trabajo silencioso, se ha alzado con el título de campeón del Circuito Mundial de Bodyboard en un litoral que conoce muy bien, el del norte de Gran Canaria. Es el primer español en hacerlo. Su secreto: su conexión con el mar.
Armide es un joven con las ideas claras. Se metió en el bodyboard gracias a su hermano Miguel, que convenció a sus padres para que le apuntaran a la escuela en la que él ya practicaba esta disciplina. Pronto se supo que ahí había madera que cortar. En una entrevista con EFE, relata que su filosofía siempre ha sido que con trabajo todo es posible, regado eso sí "con un poquito de don para aquello que te gusta".
"Yo siempre, desde pequeño, deseaba estar en la situación en la que estoy ahora. Es verdad que no pensaba que fuese tan pronto, apenas tengo 22 años y todavía estoy con la carrera (estudia Enfermería), pero al final se dio este año porque tuve mucha confianza y motivación, así que me alegro muchísimo de haberlo conseguido", admite tras ser reconocido en el Cabildo de Gran Canaria, su isla, por sus representantes públicos.
Para él, uno de los ingredientes secretos de esta receta ganadora es la motivación, pero no duda en afirmar que lo más importante fue "tener buenos amigos que supieran coger olas". Y es que se practica y aprende más cuando se establecen piques en los que se busca dar lo mejor de sí.
En lo más profundo, el éxito se cimenta en otros pilares. Soliveres los detalla desde su propia experiencia: estar conectado con el mar, sentirse bastante libre cuando se entra al océano y fluir con las olas, porque, aclara, "todas las olas son diferentes y nunca vas a saber cómo enfrentarte a una al 100 %".
"No puedes pensar desde un principio en esto, aquello o lo otro; simplemente, lo que te enseña la ola en ese instante es lo que tu mente va a asumir", explica.
Este domingo, en el torneo Frontón King de Gáldar vivió uno de los momentos más felices de su todavía corta vida, llevando el nombre de Gran Canaria, Canarias y España a lo más alto del podio mundial del bodyboard por primera vez en la historia del Circuito internacional de esta disciplina.
Pero Armide no fue el único. También lo logró, en categoría junior, el grancanario Alexander Montes. Doble corona para la isla, cuna de grandes nombres del deporte acuático en modalidades como la vela, el windsurf o la natación.
Como Montes este año, Soliveres también fue campeón junior en 2018, con solo 16 años, abriendo la veda como ha hecho en categoría absoluta para que después llegara Jorge Hernández, en 2022, y se proclamara igualmente el mejor rider junior de todo el planeta.
Este doble entorchado hará, en su opinión, que el bodyboard se dé más a conocer, puesto que tras su título le ha escrito mucha gente para felicitarle, algo que le ha pillado por sorpresa, pero también para interesarse por un deporte que "llega a muchos sitios" y que espera pueda seguir enamorando, como lo hizo con él mismo, a otras muchas personas.
Pese a que Canarias es uno de los máximos exponentes del bodyboard mundial, nunca antes había conseguido un campeón mundial absoluto. Sobre posibles motivos de esto, Soliveres señala que la disciplina ha vivido en los últimos años un momento de bajón tras haber tenido antes "un pico muy, muy grande", pero que ahora está volviendo a "subir como la espuma de esas olas que tanto nos gusta coger".
¿Y ahora qué? "Me gustaría mucho motivar a los jóvenes para que siga creciendo este deporte, obviamente, y sobre todo vivir, vivir de este deporte unos buenos años y crear mi vida feliz junto al mar y a la naturaleza, que es lo que más contento me pone", asegura.
Y añade que se ve entrenando a jóvenes promesas porque, de hecho, ya son muchas las que le preguntan si les puede ayudar a ser mejores y a lograr lo que él ha conseguido.
"Es verdad que no puedo ahora mismo, no tengo tiempo entre la carrera, yo, mis entrenamientos... No puedo, pero sí, en un futuro estaré con ellos seguro e intentaré hacer que siga sobreviviendo este deporte", afirma el flamante campeón del mundo.
Hasta entonces, lo que les recomienda a todos esos riders que están empezando o que se acercan al deporte con cierto interés pero sin llegar a convencerse de practicarlo es que no lo tomen como lo único de sus vidas, que no le dediquen el 100 % de su tiempo.
Y es que, insiste, si se le toma como única vía desde muy pequeño, el bodyboard puede llegar a cansar.
Pero si lo practican y quieren seguir con él, les anima a que surfeen distintos tipos de olas, también las que sean "más malas" porque de ellas se aprende para coger luego las buenas y lograr una mayor motivación. "Pero sobre todo, que estudien, que esto da para vivir unos años si se llega al top pero hay que tener las espaldas cubiertas", apunta. Palabra de campeón. EFE
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