El Cairo, 23 oct (EFE).- La Red de Medios de Al Jazeera calificó este miércoles de "inventadas" las acusaciones del Ejército israelí contra seis de sus periodistas en la Franja de Gaza, a los que incriminó de ser "agentes del ala militar" de Hamás y de la Yihad Islámica.
La cadena catarí manifestó en un comunicado que "condena con vehemencia las recientes acusaciones infundadas hechas por las fuerzas de ocupación israelíes contra sus periodistas que operan en el norte de Gaza" y consideró que estos hechos "inventados" representan "un intento flagrante de silenciar a los pocos periodistas" que quedan en la Franja.
Asimismo, Al Jazeera denunció que estas "acusaciones infundadas" surgen después de que la cadena "expusiera" posibles crímenes de guerra cometidos por Israel durante la guerra en Gaza, y recordó que el canal catarí es "el único medio internacional que documenta la crisis humanitaria" en el enclave palestino.
"Al Jazeera rechaza categóricamente la descripción que las fuerzas de ocupación israelíes hacen de nuestros periodistas como terroristas y denuncia el uso de pruebas inventadas", añadió el comunicado, que defendió que sus reporteros "simplemente están cumpliendo con sus deberes profesionales".
En este sentido, manifestó su preocupación de que estas acusaciones "puedan servir de pretexto para una mayor violencia contra los periodistas", al tiempo que recordó que en los últimos dos años el Ejército israelí "ha atacado y asesinado a varios" informantes de Al Jazeera.
Israel aseguró hoy que los documentos encontrados sobre estos seis periodistas gazatíes incluyen "cuadros de personal, listas de cursos de formación para terroristas, directorios telefónicos y documentos de salarios de terroristas", algo que para el Estado judío es "una prueba inequívoca" de que los informantes "actúan como agentes militares de las organizaciones terroristas en la Franja de Gaza".
Las acusaciones de Israel contra los periodistas de Al Jazeera se producen después de que en las últimas tres semanas las tropas israelíes hayan recrudecido su ofensiva en el norte de la Franja, causando ya más 700 muertes, miles de heridos atrapados y decenas de miles de desplazados, según datos de la ONU.
Ayer, Al Jazeera denunció que Israel está impidiendo la "evacuación médica urgente" de dos de sus periodistas que resultaron gravemente heridos en ataques israelíes en la Franja hace dos semanas.
La cadena catarí está prohibida en Israel desde abril pasado, cuando el Gobierno acusó a la cadena de ser "un daño para la seguridad nacional".
El pasado 22 de septiembre, Israel también ordenó el cierre de la oficina catarí en Ramala, en la Cisjordania ocupada, tras irrumpir con soldados en la sede donde incautaron y destrozaron equipos.
Durante el allanamiento de la oficina los soldados arrancaron un cartel de la periodista Shireen Abu Akleh, a quien un soldado israelí asesinó hace dos años mientras cubría una redada militar en Cisjordania ocupada.
Tras el cierre de la oficina de Ramala, la organización no gubernamental Amnistía Internacional acusó a las autoridades israelíes de "otro ataque descarado contra el derecho a la libertad de expresión" y de dar un "golpe demoledor" a la libertad de prensa.
Al Jazeera es uno de los canales con mayor despliegue y periodistas en la Franja, adonde el Gobierno israelí no permite el acceso a la prensa internacional. EFE