Riad, 22 oct (EFE).- Human Rights Watch (HRW) denunció este martes el espionaje a través del software Pegasus, que controla y vigila el contenido de dispositivos móviles, a personas críticas con el Gobierno saudí con el fin de "reprimir a sus disidentes" y para "violar derechos humanos dentro y fuera del país".
En un comunicado, la investigadora de Arabia Saudí para HRW, Joey Shea, ha declarado que el gobierno saudí ha sido acusado de usar el software Pegasus con el fin de "silenciar a los defensores de derechos humanos con impunidad".
El Tribunal Superior del Reino Unido emitió una orden el pasado 11 de octubre para que el destacado defensor de los derechos humanos saudí Yahya Assiri, pueda presentar una demanda contra el gobierno por el uso de un "software espía" para vigilarle entre 2018 y 2020, recordó la organización.
De esta manera, el Tribunal permitió al activista llevar su caso a través de canales diplomáticos, lo que supone "un paso importante hacia la rendición de cuentas por los presuntos ataques del gobierno saudí", dijo HRW.
"El caso de Assiri ante los tribunales británicos es un paso importante hacia la rendición de cuentas del gobierno saudí después de años de represión y repetidas violaciones de derechos", recalcó Shea.
Assiri, quien fundó la organización de derechos humanos ALQST y reside en el Reino Unido desde 2013, acusa a las autoridades saudíes de haber infectado sus dispositivos móviles, lo que permitió a Riad acceder a su información privada para "silenciar su labor", según HRW.
"Dentro de Arabia Saudí, las autoridades silencian a las personas a través de arrestos y procesamientos, impidiendo que hablen en contra de la corrupción y la represión", dijo Assiri en un comunicado sobre el caso.
Pegasus es un malware de ciberespionaje vendido a gobiernos y desarrollado por la empresa israelí NSO Technologies, el cual es capaz de tomar control casi total de dispositivos móviles.
Arabia Saudí es uno de los países que ha utilizado este software, según informes de transparencia y expertos del sector.
En 2018, se hizo público un informe que reveló que el activista saudí, Omar Abdulaziz, sufrió el hackeo de dicho malware en su teléfono para espiar sus conversaciones con el periodista Jamal Khashoggi, quien un día después fue asesinado en el Consulado saudí de Estambul (Turquía). EFE