El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, considera "deseable" cambiar el diseño actual del impuesto a la banca, ya que no descuenta las provisiones. Además, cree que debería ser "lo más neutral posible" y que la opinión del organismo que lidera es "relevante" en esta cuestión.
Son algunas de las afirmaciones que ha trasladado en una entrevista al diario 'Expansión' recogida por Europa Press con respecto a la situación del impuesto a la banca, que actualmente se aplica de forma temporal --desde 2023-- sobre los ingresos del sector, pero que el Gobierno estudia la posibilidad de hacerlo permanente.
Considera que los bancos centrales tienen que ser "muy contenidos" a la hora de hablar de impuestos, por su efecto redistributivo, que es algo que pertenece al ámbito de decisión democrática. Sin embargo, cree que la contribución de estas instituciones puede girar en torno al diseño, donde ha aprovechado para señalar que sería "deseable" cambiar el diseño del impuesto a la banca respecto a su formulación actual, que no descuenta las provisiones, lo que plantea "problemas en al menos dos ámbitos".
Por una parte, hay actividades bancarias con "más riego", como por ejemplo el crédito a las pymes, pero que tienen "más provisiones". "En la medida en la que no deduces provisiones de la base imponible, puedes estar penalizando en términos relativos una actividad bancaria sobre la que la imposición debería ser neutral", ha explicado el gobernador.
Por el otro, también ha indicado que los bancos suelen tener que realizar mayores provisiones durante la parte baja de los ciclos económicos, de tal forma que, al no deducirse estas provisiones del impuesto, la base imponible "puede no estar reflejando adecuadamente la rentabilidad de las entidades".
Además, también ha criticado el límite de 800 millones de euros en ingresos para gravar a las entidades más grandes, al afirmar que se trata de algo que rompe la competencia en el sector bancario en España. Así, cree que habría que intentar que el impuesto "sea lo más neutral posible".
Estas opiniones, y teniendo en cuenta tanto la postura de ser "particularmente contenidos" en el ámbito de los impuestos, pero también que afecta al sector directamente supervisado por el Banco de España, Escrivá ha afirmado que la opinión del organismo sobre este gravamen es "relevante".
OPA DE BBVA Y SABADELL
Sobre la OPA que BBVA quiere lanzar sobre Sabadell, Escrivá ha defendido la labor de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) para evaluar la concentración en España al afirmar que el Banco de España se centra en la solvencia y que "no debería pronunciarse sobre un elemento que es competencia de otro supervisor". "Creo mucho en la especialización de los supervisores", ha añadido al respecto.
No obstante, preguntado por la posibilidad de que el Gobierno pidiera al Banco de España un informe en materia de estabilidad financiera con respecto a la OPA y la posterior fusión, Escrivá ha recordado que la normativa de fusiones no contempla las implicaciones para la estabilidad financiera, "algo sobre lo que quizás convendría reflexionar".
Más allá de esto, ha señalado que la actual normativa de supervisión de entidades de crédito, de 2014, establece que el Gobierno debe solicitar un informe no vinculante al Banco de España antes de dar su veredicto sobre la fusión.