El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha dicho estar martes sentirse "consternado" por la muerte de 18 personas en un ataque perpetrado por las fuerzas de Israel contra el Hospital Universitario Rafik Hariri, situado en el sur de la capital libanesa, Beirut.
Así, ha lamentado que el ataque ha tenido lugar contra un barrio "densamente poblado", el de Janah, y ha alertado de que al menos cuatro niños se encuentran entre los muertos a causa del bombardeo, que ha dejado además otros 60 heridos.
Turk, que ha aprovechado la ocasión para reiterar que "deben respetarse los principios fundamentales del Derecho Internacional relativos a la protección de los civiles", ha hecho hincapié en la importancia de "tomar precaución" a la hora de llevar a cabo operaciones militares.
"En todo caso hay que minimizar la pérdida de vidas civiles, las lesiones a civiles y los daños a bienes de carácter civil. Los hospitales, las ambulancias y el personal médico están específicamente protegidos por el Derecho Internacional Humanitario debido a su función a la hora de salvar vidas a heridos y enfermos", ha aseverado en un comunicado.
Es por ello que ha recordado que precisamente este hospital, uno de los principales de Beirut, ha recibido un gran número de pacientes a lo largo del conflicto. "Todas las partes en conflicto deben evaluar el impacto previsto sobre los servicios sanitarios en relación con los principios de proporcionalidad y precaución cuando van a llevar a cabo operaciones militares cerca de hospitales", ha sostenido.
"Cualquier incidente que afecte a los hospitales debe ser objeto de una investigación rápida y exhaustiva", ha afirmado antes de reiterar su llamamiento al alto el fuego inmediato que ponga fin a los ataques. "La protección de los civiles debe ser la prioridad absoluta", ha recalcado.