Washington, 22 oct (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo sus previsiones de crecimiento de la economía global en el 3,2 % para este año, mientras que redujo una décima las de 2025 (también al 3,2 %), en un momento en el que los riesgos pueden reducir a la baja estos pronósticos, alertó este martes la institución.
“Los riesgos son a la baja por una serie de cosas, incluida la escalada de los conflictos geopolíticos, el aumento del proteccionismo, así como mercados laborales potencialmente más débiles de lo esperado”, apuntó en una entrevista con EFE la directora adjunta del Departamento de Investigación del FMI, Petya Koeva Brooks.
Así, pese a que hay buenas noticias como que “la desinflación continúa”, señaló, “hay una creciente incertidumbre en la economía mundial” que se refleja en el pobre crecimiento global a medio plazo (a 5 años), del 3,1 %, una cifra por debajo del promedio histórico del 3,8 %.
En el marco de las reuniones anuales que el FMI y el Banco Mundial celebran esta semana, la institución presentó sus últimas actualizaciones económicas globales (el informe WEO, en inglés), en las que se señala que las economías avanzadas crecerán sólo el 1,8 % este año (una décima más de los estimado en julio), la misma cifra que el año que viene.
En cuanto a los mercados emergentes y en desarrollo, crecerán el 4,2 % tanto este año (cifra sin cambios) como el próximo (una décima menos de lo pronosticado previamente).
"Tenemos una proyección a medio plazo de crecimiento relativamente mediocre y eso es algo que hemos estado señalando durante algún tiempo y que no está cambiando", apuntó en una conversación con medios el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.
La principal preocupación del FMI es que la situación puede ir a peor por varios motivos, entre ellos “la posibilidad de una escalada de conflictos regionales y cómo esto podría afectar a los mercados de materias primas asociados”, señaló Gourinchas, refiriéndose tanto a la guerra de Ucrania como al conflicto de Oriente Medio.
Estos conflictos han desatado un “aumento de las políticas proteccionistas” y “perturbaciones en el comercio” que podrían empeorar el crecimiento global.
Además, “existe el riesgo de que la política monetaria sea demasiado restrictiva en algunos países durante demasiado tiempo y eso podría afectar negativamente a la actividad y a los mercados laborales”, señaló el economista.
Otra de las principales preocupaciones que tiene el FMI es la excesiva deuda, que afecta sobre todo a los países en desarrollo. En este sentido, la institución dirigida por Kristalina Georgieva apuntó que a medida que los bancos centrales adopten una postura menos restrictiva en cuanto a los tipos de interés, urge poner un énfasis en la consolidación fiscal a mediano plazo.
El FMI degradó el ya pobre crecimiento de la eurozona hasta el 0,8 % este año (una décima menos de lo estimado en julio) y al 1, 2 % el que viene (tres décimas menos). Es un empeoramiento, pero un crecimiento con respecto al 0,4 % de 2023, motivado por un mejor desempeño de las exportaciones.
Gran parte del crecimiento de la zona está motivado por los fuertes datos de España, que crecerá el 2,9 % este año, cinco décimas más de lo estimado, mientras que por el contrario las previsiones de Alemania muestran una reducción de dos décimas, hasta un crecimiento nulo.
En Estados Unidos, el crecimiento proyectado para 2024 se ha revisado al alza al 2,8 % (dos décimas más) debido a resultados más sólidos en consumo e inversión no residencial. El crecimiento se desacelerará al 2,2 % en 2025 por un enfriamiento del consumo y del mercado laboral.
La creciente demanda de semiconductores y productos electrónicos ha impulsado un crecimiento más fuerte en Asia emergente. China crecerá a un ritmo del 4,8 % en 2024 (dos décimas menos que en julio) y 4,5 % en 2025, mientras que la India el 7 % y 6,5 %, mismas cifras previas.
En América Latina y el Caribe se proyecta que el crecimiento disminuya del 2,2 % en 2023 al 2,1 % en 2024 (tres décimas más de lo previsto) antes de repuntar al 2,5 % en 2025 (dos décimas menos).
Los recortes en la producción y el transporte de materias primas (petróleo en particular), los conflictos y el malestar social han llevado a revisiones a la baja de las perspectivas de Oriente Medio y Asia central (que crecerán el 2,4 % este año y 3,9 % el que viene, cuatro y tres décimas menos que lo proyectado en abril).
En cuanto a la inflación global, señala el FMI, aunque “todavía es posible que haya obstáculos en el camino hacia la estabilidad de precios”, se prevé que disminuya de un promedio del 6,7 % en 2023 al 5,8 % en 2024 y al 4,3 % en 2025. EFE