El enviado especial de Estados Unidos para las negociaciones en Oriente Próximo, Amos Hochstein, ha asegurado desde la capital de Líbano, Beirut, que Washington espera que el conflicto en la región llegue a su fin "lo antes posible" y trabaja para alcanzar un "alto el fuego" entre Israel y el partido-milicia chií Hezbolá.
Hochstein ha explicado que el compromiso de ambas partes con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas "no es suficiente" y que es necesario apoyar su "implementación total e integral" a fin de evitar nuevos conflictos en la región.
"La Administración Biden espera poder garantizar que este sea el último conflicto en Líbano en las próximas generaciones", ha señalado tras reunirse este lunes con el presidente del presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, del partido AMAL, aliado de Hezbolá.
El enviado estadounidense se ha citado más tarde con el primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, en un encuentro en el que también ha estado presente la embajadora estadounidense, Lisa Johnson, y en el que ambos han resaltado la necesidad de poner fin a las hostilidades, según ha recogido la agencia de noticias libanesa NNA.
Más de 1,2 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la escalada de conflicto en Líbano, escenario de intensos ataques israelíes en estas últimas semanas, según un balance elaborado por distintas agencias de la ONU.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, iniciará este lunes una nueva gira diplomática en Oriente Próximo con una primera parada en Israel, desplazamiento en el que incidirá en la necesidad de "poner fin" al conflicto en la Franja de Gaza.
Blinken también abordará la necesidad de "una solución diplomática al conflicto entre Israel y Hezbolá que implique la aplicación total de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU" y que derive en el retorno a sus hogares de los civiles a ambos lados de la frontera, conocida como la Línea Azul.