Saied defiende la disolución del Parlamento en 2022 en el inicio de su nuevo mandato en Túnez

Kais Saied reafirma la disolución del Parlamento como una medida necesaria para la "continuidad del Estado" y enfrenta críticas por detenciones de opositores y conflictos políticos en Túnez

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El presidente de Túnez, Kais Saied, ha jurado el cargo este lunes tras lograr la reelección en las últimas elecciones en el país y ha defendido su decisión de disolver el Parlamento en 2022, una medida interpretada por la oposición tunecina como un golpe de Estado.

Saied ha jurado el cargo ante los parlamentarios en la Asamblea de Representantes del Pueblo después de que la Alta Autoridad Independiente para las Elecciones (ISIE) ratificara su reelección en unos comicios marcados por una baja participación y en medio de las denuncias por la descalificación de candidatos opositores.

En su discurso de toma de posesión, ha defendido su decisión de disolver el Parlamento en 2022 "para preservar la continuidad del Estado" y para que "no se derramara ni una sola gota de sangre". "El pueblo recuperó su revolución, se redactó una nueva constitución y se celebró un referéndum", ha recordado.

Saied también ha dejado la puerta abierta a la "reconciliación" para aquellos encarcelados o fugados de la justicia por corrupción o terrorismo. "Quien devuelva íntegramente el dinero del pueblo no tiene por qué permanecer preso o fugitivo", ha resaltado.

"Trabajaremos para preservar las instituciones nacionales, pero después de purificarlas", ha subrayado, agregando además que "no hay lugar para quienes perturban el normal funcionamiento" de los servicios públicos, según ha recogido la agencia de noticias TAP.

El presidente tunecino ha asegurado que pronto se conocerán informaciones sobre "planes" tanto en el interior como en el exterior del país que buscan socavar el Estado, en una posible alusión a nuevos juicios políticos, según ha recogido el portal Kapitalis.

Por otro lado, el presidente ha resaltado que los principales desafíos son la lucha contra el terrorismo y la corrupción, mientras que también ha apostado por la apertura de nuevas perspectivas para los desempleados, especialmente los jóvenes.

El mandatario tunecino ganó las elecciones con un 90,69 por ciento de los votos frente al líder del partido liberal Azimun, Ayachi Zamel, que logró el 7,35 por ciento de las papeletas. El opositor fue detenido y condenado con tres sentencias que suman más de una década de prisión.

Saied ha sido foco de críticas por parte de oposición y activistas especialmente tras arrogarse todas las competencias en mayo de 2021 después de disolver el Gobierno y el Parlamento, este último dominado por la formación islamista Ennahda.

La oposición, aglutinada mayoritariamente en torno al Frente de Salvación Nacional (FSN), ha denunciado desde hace más de dos años las acciones de Saied y ha exigido su dimisión, especialmente ante la oleada de detenciones de opositores, activistas y periodistas por cargos de corrupción o terrorismo.

Túnez, considerado como uno de los pocos ejemplos de éxito democrático tras el estallido de la 'Primavera Árabe', ha sufrido durante el último lustro un retroceso en derechos y libertades que ha sido achacado al presidente, lo que ha llevado a sus críticos a trazar paralelismos con Zine el Abidine ben Alí, quien gobernó el país de 1987 a 2011, y cuyo largo mandato acabó precisamente con esta revolución.

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