Moscú, 21 oct (EFE).- Los moldavos aprobaron por escaso margen y tras un escrutinio de infarto el ingreso en la Unión Europea (UE) durante un controvertido referéndum constitucional rechazado el domingo por una mayoría de prorrusos.
Según informó el lunes la Comisión Electoral Central (CEC) al término del recuento, el Sí recibió el respaldo del 50,46 % de la población de la antigua república soviética, mientras el No sumó un 49,54 % de los sufragios.
La victoria in extremis de la adhesión al bloque europeo es una inmejorable noticia para la presidenta moldava, la liberal Maia Sandu, quien ganó las elecciones presidenciales, pero tendrá que disputar en unas pocas semanas una segunda vuelta contra el candidato del Kremlin.
Mientras, Bruselas logra una valiosa victoria diplomática -la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ya felicitó a Sandu- ante el presidente ruso, Vladímir Putin, al que acusó de injerencia y ataques híbridos para desestabilizar el país vecino de Ucrania.
El No dominó el recuento desde un principio y los detractores parecieron tener anoche la victoria en sus manos tras más del 85 % de los votos escrutados con una diferencia de ocho puntos.
Muchos moldavos se acostaron con un resultado y se levantaron a trabajar el lunes por la mañana con otro muy diferente, lo que despertó no pocas suspicacias.
No obstante, los partidarios de la integración europea le dieron la vuelta a la tortilla y durante la madrugada ambos bandos firmaban ya un empate técnico, que se resolvió en favor de los primeros en el último momento.
Al parecer, la numerosa diáspora moldava inclinó la balanza en favor del Sí (751.235), aunque el No (737.639) le pisó los talones.
“Gracias a vosotros, queridos moldavos, ganamos la primera batalla. Ganamos limpiamente una batalla injusta”, dijo Sandu.
El giro se produjo después de que la presidenta denunciara tras la medianoche en una brevísima pero incendiaria comparecencia un “fraude” electoral “sin precedentes” a través del intento de la compra 300.000 votos con dinero de bancos rusos.
Sandu acusó a ciertos grupos y “fuerzas extranjeras” de intentar “comprometer” la democracia moldava, en clara alusión a Rusia y el prófugo olicarga Ilon Shor, reclamado por la Justicia por corrupción.
El fiasco en la consulta europeísta hubiera sido un duro revés para Sandu, arrinconada por el impacto de la contienda en la vecina Ucrania y la caída del nivel de vida por la pandemia y la guerra energética con Rusia.
Una derrota en el referéndum hubiera colocado a la actual presidenta en una situación muy complicada con vistas a su duelo en la segunda vuelta de las presidenciales contra el exfiscal general, Alexandr Stoianoglo, el candidato de Moscú.
Finalmente, Sandu fue la ganadora de las elecciones del domingo con un 42,45 % de los votos, frente al 25,98 % del político prorruso, al que la presidenta intentó inhabilitar por corrupción, lo que fue impedido por el Tribunal Europeo.
Tanto Stoianoglo con su principal valedor, el expresidente Igor Dodon, intentaron jugar la carta del boicot del referéndum, de acuerdo a los designios del Kremlin, pero les salió cruz.
Moldavia exporta a día de hoy más del 65 % de sus productos al mercado europeo, de donde recibe más del 85 % de sus inversiones directas.
El gobierno de este país, uno de los más pobres de Europa, espera ingresar en la UE en 2030, para lo que abrió negociaciones con Bruselas en diciembre de 2023.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no escondió hoy su disgusto con los resultados electorales.
En su rueda de prensa diaria, denunció supuestas “anomalías” por el brusco incremento de los votos en favor de Sandu y de la integración europea durante las últimas horas del recuento, lo que -dijo- suscita “muchas preguntas”.
“Cualquier observador que tenga la mínima comprensión de la esencia de los procesos políticos puede detectar estas anomalías con el incremento de esos votos”, señaló.
Con respecto a las acusaciones de Sandu, que describió como “bastante grave”, le desafió a presentar “pruebas”.
No obstante, los observadores occidentales condenaron hoy en rueda la injerencia rusa y las operaciones “híbridas” tanto de Moscú como de los oligarcas prorrusos.
“El pueblo de Moldavia eligió un futuro en la UE. Dadas las circunstancias, el resultado es un logro notable”, dijo Michael Gahler, eurodiputado alemán, en Chisinau.EFE
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