El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado "enérgicamente" este domingo la muerte de Elvino Dias, asesor jurídico del candidato presidencial de Mozambique Venancio Mondlane, y de Paulo Guambre, representante legal de su formación política, Partido Optimista para el Desarrollo de Mozambique (Podemos), y ha instado a la población a rechazar la violencia antes del anuncio de los resultados electorales en los próximos días.
"(Guterres) expresa sus profundas condolencias a las familias y seres queridos de las víctimas. Insta a las autoridades a que investiguen rápidamente las muertes y lleven a sus autores ante la Justicia. Hace un llamamiento a todos los mozambiqueños, incluidos los dirigentes políticos y sus partidarios, a que mantengan la calma, ejerzan la moderación y rechacen todas las formas de violencia antes del anuncio oficial de los resultados", ha señalado el portavoz adjunto de Guterres, Farhan Haq.
Por otro lado, el secretario general ha reiterado la solidaridad de Naciones Unidas con el pueblo de Mozambique y ha reafirmado su "apoyo inquebrantable y la estabilidad durante esta importante fase de la historia del país", según reza un comunicado.
Dias fue alcanzado por los disparos efectuados por "hombres armados en un vehículo" cuando circulaba Guambe por la avenida Joaquim Chissano del centro de la capital del país, Maputo, en medio de un ambiente postelectoral cada vez más tenso en el país africano. Mondlane había llamado a la huelga general en protesta contra lo que describió como un fraude electoral ocurrido en las elecciones del 9 de octubre a favor del histórico Frente por la Liberación de Mozambique (Frelimo), que lleva casi medio siglo al frente del país, desde la independencia, y tiene en el presidente saliente del país, Filipe Nyusi, a su máximo exponente.
El máximo organismo electoral tiene hasta el 24 de octubre para publicar los resultados definitivos. Las encuestas dan como posible vencedor al sucesor elegido por Nyusi, Daniel Chapo, pero Mondlane y sus simpatizantes están convencidos de que el opositor ha ganado los comicios. Varios observadores electorales han planteado dudas sobre la credibilidad del recuento de votos, y los supervisores de la Unión Europea han aludido a varios casos de falsificaciones en el proceso de votación.