El Papa Francisco ha subrayado que no se puede "cerrar la puerta a los inmigrantes", poco después de que el tribunal de Roma obligara el viernes a devolver a Italia a los inmigrantes internados en el gran campo de internamiento construido en Gjadër lo que ha provocado un revés judicial al llamado 'modelo Albania' con el que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, pretendía frenar la inmigración irregular.
"El migrante debe ser acogido, acompañado, promovido e integrado. En sus manos hará crecer a todos", ha subrayado el Pontífice en un breve vídeo mensaje dirigido a los participantes de la conferencia nacional de presidentes y asistentes diocesanos de la Acción Católica Italiana, que se desarrolla en Sacrofano (Roma).
Así, Francisco ha constatado que el mandato de Jesús es "dadles de comer". "Dales tu mano para acompañarlos. Échales una mano para que no se vean sumergidos, especialmente a los migrantes", ha remarcado el Pontífice.
Además, ha asegurado que en el Antiguo Testamento se menciona continuamente a tres personas necesitadas: la viuda, el enfermo y el migrante. "Dios ama mucho al migrante, lo cuida", ha precisado.
Del primer grupo de 16 personas deportadas a Albania la semana pasada por el buque militar 'Libra', cuatro regresaron el viernes, dos por ser menores y otros dos, por su situación de vulnerabilidad, y este sábado, los doce restantes. El gobierno italiano ya ha avisado de que apelará la sentencia, pero este lunes, mientras tanto, está prevista la celebración de un consejo de ministros extraordinario.