Juan José Lahuerta
Madrid, 16 oct (EFE).- Ermedin Demirovic y Bradley Barcola iniciaron el curso con una misión complicada: conseguir que el Stuttgart y el París Saint-Germain olvidaran las salidas de Serhou Guirassy y Kylian Mbappé, dos pesos pesados de sus clubes que hicieron las maletas para firmar por el Borussia Dortmund y el Real Madrid, respectivamente. Van por el buen camino, pero tienen una asignatura pendiente: celebrar un gol en la Liga de Campeones.
De momento, ni el delantero serbio ni el francés han conseguido estrenar su casillero después de las dos primeras jornadas del torneo. Sus números son más que aceptables en el resto de las competiciones, pero necesitan explotar en la máxima competición continental para confirmar que son una apuesta segura que supla con éxito a dos de los mejores artilleros de Europa la pasada campaña.
No van por mal camino. En total, los dos suman casi los mismos tantos este curso. Barcola acumula siete (todos en la Ligue 1) y Demirovic seis (cinco en la Bundesliga y uno en la Copa de Alemania). Y ambos avanzan a ritmo de récord, porque el mejor registro de Demirovic en toda su carrera lo consiguió la temporada pasada en el Augsburgo, con el que llegó a los 15 aciertos, mientras que Barcola ya ha igualado los siete que firmó en el Olympique Lyon a lo largo del curso 2022/23.
¿Pero que ocurre con Barcola y con Demirovic cuando suena el himno de la Liga de Campeones? De momento, hay sequía. Sobre todo para Barcola, que acumula muchos más minutos que Demirovic. El jugador del París Saint-Germain mantiene su estatus de jugador indispensable para Luis Enrique Martínez, que no duda en alinear tanto en la Ligue 1 como en la Liga de Campeones al hombre señalado como el sustituto de Mbappé.
Barcola fue titular tanto ante el Arsenal como frente al Girona. Acumuló 153 minutos y no vio portería. Se marchó de vacío en ambos encuentros, algo que no ha podido evitar en varias de sus últimas apariciones. Y eso que inició el curso de manera fulgurante con cuatro goles en los primeros tres partidos del París Saint-Germain para después marcharse de vacío en cinco de los siete duelos oficiales que ha disputado su equipo, con el que que se resarció este fin de semana marcando al Estrasburgo.
Ahora, frente al PSV Eindhoven, Barcola tendrá una oportunidad de oro para tomar impulso en la máxima competición continental. Aún anda lejísimos de los estratosféricos registros de Mbappé en el París Saint-Germain y si quiere empezar a hacer sombra al actual jugador del Real Madrid, debe rendir tanto en Liga como en 'Champions'.
Demirovic, en un club con menos aspiraciones de ganar la competición como el Stuttgart, es titular en Liga pero de momento en la Liga de Campeones no es indispensable. Fue una de las sorpresas en el Bernabéu con una presencia en el banquillo inesperada. Después, jugaría 16 minutos, que unidos a los 62 de los que disfrutó contra el Sparta Praga en la segunda jornada hacen un total de 78 de 180 posibles.
Al delantero bosnio no le gustó la decisión que tomó su entrenador Sebastian Hoeness ante el Real Madrid. Después, en Praga, no aprovechó la oportunidad que pidió tras caer derrotado en el Bernabéu: “Por supuesto que es amargo (no jugar), pero es decisión del entrenador. Tiene muchas decisiones difíciles que tomar. Esta vez me di cuenta, aunque no me gusta. Seguiré demostrando mi valía en los entrenamientos y en los partidos y haré que la decisión sea lo más difícil posible para el entrenador", indicó.
En breve, tanto Demirovic como Barcola, podrán resarcirse en una competición en la que se mantienen a cero. El primero, si Hoeness le da galones en Turín, podría marcar frente al Juventus. El segundo, más que probable titular para Luis Enrique Martínez, peleará por acabar con su sequia en el Parque de los Príncipes contra al PSV Eindhoven. Y es que, si se marchan de vacío también en la tercera jornada, mantendrán su asignatura pendiente dentro de su buen inicio de curso: celebrar un gol en la Liga de Campeones. EFE