Pekín, 21 oct (EFE).- La participación de Xi Jinping en la cumbre de los BRICS en la ciudad rusa de Kazán refleja la apuesta de China por liderar iniciativas de cooperación y expansión del bloque de economías emergentes.
El presidente chino, a invitación de su par ruso, Vladímir Putin, asistirá esta semana a la decimosexta cumbre de líderes del bloque fundado en 2006 para una cita que dilucidará el estatus de países como Arabia Saudí, país invitado a ingresar en 2023 pero cuyas autoridades todavía sopesan si adherirse.
China, por su parte, llega a la cita en un momento en que trata de seducir al Sur Global como una de las prioridades de su política exterior con nuevas vías de financiación y cooperación en un contexto de creciente competición geopolítica con Occidente, especialmente con Estados Unidos.
Así, la agencia estatal Xinhua destaca este lunes que el grupo es "un floreciente mecanismo internacional" que busca "responder a los problemas globales" con Xi como "uno de sus firmes defensores".
"El mundo avanza con dificultad y el líder del mayor país en desarrollo está preparado para ayudar a guiar a los BRICS, el escalón dirigente del Sur Global, a desempeñar un papel más importante en la construcción de un futuro mejor", señala el medio oficial, que destaca que la participación de los BRICS en el PIB mundial "aumentó del 18 % en 2010 a aproximadamente el 26 % en 2021".
Entre las aportaciones chinas se encuentra el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), con sede en Shanghái, y que según Xinhua ha aprobado 105 proyectos en los países miembros por aproximadamente 35.000 millones de dólares hasta fines de 2023.
Xi también ha abogado por sumar formalmente los intercambios culturales en la cooperación de los BRICS, hasta ahora impulsada por los intercambios económicos, políticos y de seguridad.
"El valor único de la cooperación BRICS va más allá de los términos económicos, algo que contrasta con las alianzas políticas, militares o económicas de carácter proteccionista y excluyente de Occidente", señala a la prensa china el experto Wang Lei, de la Universidad Normal de Pekín.
Para Guan Zhaoyu, de la Universidad Renmin de China, la cooperación de los BRICS "no es antioccidental ni tiene como objetivo derrocar el orden global existente, sino más bien reformar de manera constructiva sus aspectos injustos para dar más oportunidades al mundo en desarrollo".
Los BRICS son para China una oportunidad más para promover una reforma del sistema de gobernanza mundial más acorde a sus intereses y lo que denomina "verdadero multilateralismo" en contraposición al "hegemonismo estadounidense", además de mostrar su "compromiso" de jugar un mayor papel en un momento geopolítico convulso, con las guerras de Ucrania y Oriente Medio de fondo, además de las tensiones en la península coreana y en el estrecho de Taiwán.
El país asiático también ha sacado pecho con la ampliación del grupo -países como Turquía, Azerbaiyán o Cuba han mostrado oficialmente interés en ingresar en el bloque- que, según Xi, demuestra el interés de unirse a un bloque basado en "la apertura y la inclusión".
Hasta el pasado año, el bloque estaba formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que acogió en agosto de 2023 la decimoquinta cumbre de líderes del grupo en Johannesburgo, donde se aprobó la entrada de seis nuevos países: Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Argentina (que finalmente descartó unirse) y la mencionada Arabia Saudí.
Durante el encuentro de este año, los mandatarios de los países miembros deben definir los criterios para que otras naciones se sumen al bloque como asociadas. EFE