Yakarta, 20 oct (EFE).- El exgeneral indonesio Prabowo Subianto asumió este domingo la presidencia de Indonesia, la tercera mayor democracia del mundo, por un mandato de 5 años y tras arrasar en las elecciones de febrero, a las que acudió acompañado del primogénito del presidente saliente como candidato a vicepresidente.
En un solemne acto en el Parlamento de Indonesia, con música y cientos de invitados, Prabowo juró el cargo para convertirse en el octavo presidente de la república de Indonesia frente a un corán, en la nación con mayor población musulmana del mundo.
Entre los asistentes al evento se encontraron el vicepresidente chino, Han Zheng, el ministro de Exteriores británico, David Lammy, y la embajadora de Estados Unidos en Indonesia, Linda Thomas-Greenfield, entre muchos otros.
Prabowo, un polémico militar acusado de delitos contra civiles en las campañas que lideró en Timor Oriental y Papúa, alcanza a los 73 años, que cumplió el jueves, el puesto más alto del país en su tercer intento, tras fracasar en los comicios de 2014 y 2019.
En sus dos previos intentos, se topó con el popular presidente Joko Widodo, quien no podía por ley presentarse a un tercer mandato, aunque Prabowo denunció sin pruebas un fraude electoral y dijo que no reconocería los resultados.
Sin embargo, en un giro inesperado, Widodo nombró en 2019 a su rival como ministro de Defensa, en un movimiento que sirvió de reconciliación y le concedió una mayor visibilidad al candidato perdedor.
Antes de los comicios de este año, en una maniobra controvertida, el Tribunal Constitucional realizó una reforma significativa en las leyes electorales que le abrió la puerta al hijo mayor de Widodo, Gibran Rakabuming Raka, quien se unió a la candidatura de Prabowo.
Gibran, de 37 años, en principio no podía presentarse al puesto de vicepresidente, estipulado para mayores de 40 años, pero la justicia indonesia estimó que el requisito de edad podía quedar aparcado si el aspirante tenía experiencia política, como el hijo del ya expresidente, alcalde de la población de Solo.
La alianza entre Prabowo y el hijo de Widodo resultó un éxito al sumar más del 58 % de los votos en las elecciones del 14 de febrero, y así evitar acudir a una segunda ronda.
En declaraciones a EFE, el analista político Kevin O'Rourke calificó de "alianza de conveniencia mutua" el pacto entre Widodo y Prabowo, aunque espera que el nuevo presidente haga "cambios significativos" en políticas y el Gabinete con respecto a su predecesor.
Durante la campaña electoral, Prabowo se transformó al abandonar el uniforme de hombre duro y retórica nacionalista, para bailar en vídeos de Tiktok -con el objetivo de atraer el voto joven- y mostrar un lado que algunos calificaron como "abuelo cariñoso".
Entre las promesas que Prabowo hizo antes de llegar a la presidencia está la apertura del país a la inversión privada, especialmente en lo concerniente a las materias primas, y se comprometió a acelerar que la economía indonesia, la mayor del Sudeste de Asia y decimosexta del mundo, para que crezca un 8 %.
Otro aspecto será la campaña para hacer que Indonesia sea autosuficiente en la producción de productos básicos, así como reducir la dependencia del país de las importaciones de combustible.
Su lado populista no lo colgó del todo y dijo que con él como jefe de Estado habrá comidas gratuitas para 83 millones de niños en edad escolar y mujeres embarazadas, un oneroso proyecto estimado en 28.000 millones de dólares que ha suscitado preocupaciones entre los expertos sobre si el nuevo Gobierno se alejará de la gestión fiscal prudente de su predecesor.
"También debe analizarse su impacto en la lucha contra la pobreza. Sobre el papel, por supuesto que recibir una comida nutritiva será de gran ayuda, pero este programa no debe erosionar otras medidas sociales", declaró a EFE la académica Krisna Gupta, del Centro de Estudios Políticos de Indonesia. EFE
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