Los moldavos dan la espalda a la UE en un referéndum boicoteado por Rusia

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Óscar Gantes

Chisinau, 21 oct (EFE).- Los moldavos rechazaron este domingo, contra todo pronóstico, el ingreso en la Unión Europea (UE), en un referéndum constitucional boicoteado por Rusia, al que Chisináu acusa de recurrir a toda clase de artimañas para frustrar la consulta.

“Yo voté para que Moldavia pueda desarrollarse en paz y libertad”, aseguró Maia Sandu, presidenta moldava, tras depositar su papeleta en un liceo de la capital, Chisináu.

No obstante, según la Comisión Electoral Central (CEC), un 53,96 % de los moldavos votó contra la integración europea y sólo un 46,04 % votó Sí, tras el escrutinio de casi el 90 % de los sufragios.

La jornada electoral escenificó la clara división en la antigua república soviética entre los que apoyan el ingreso en la UE -rumanoparlantes, juventud y diáspora- y aquellos que se oponen a la ruptura con Rusia, que incluye a los rusoparlantes, los nostálgicos y los más adultos.

El referendo coincidió con las elecciones presidenciales, en las que Sandu ganó, pero no con mayoría absoluta, por lo que deberá enfrentarse el mes próximo al candidato del Kremlin, Alexandr Stoinanoglo.

La guerra acalló la ilusión europeísta

Moldavia comparte frontera con Ucrania, por lo que la guerra ha tenido un gran impacto en la economía nacional ante la llegada de más de un millón de refugiados, de los que más de 120.000 siguen en el país, según informó ACNUR.

A la caída del nivel de vida contribuyó también, desde que Sandu llegara al poder en 2020, la pandemia y la guerra energética con Rusia, que disparó la inflación.

De poco sirvió que el Gobierno moldavo, que inició negociaciones de adhesión en diciembre de 2023, recibiera en vísperas de la votación un gran espaldarazo de Bruselas con un paquete de asistencia de 1.800 millones de euros para los próximos tres años.

Sandu consiguió que los moldavos acudieran en masa a votar el domingo, pero no para apoyar la senda europea, sino para propinarle un voto de castigo.

El electorado prorruso, incluido el de la autonomía de Gagauzia -más del 95 % en contra-, se hizo oír mucho más que los votantes de la capital, Chisináu, y los emigrantes -más del 70 % a favor-, más proclives a la entrada en el bloque europeo.

Moldavia, uno de los países más pobres de Europa, confiaba en ingresar en 2030 en la UE, adonde exporta ya el 65 % de sus productos y de donde recibe más del 80 % de las inversiones directas.

Boicot de los candidatos prorrusos

Aunque tanto Stoianoglo, exfiscal general, como el tercer candidato en discordia, Renato Usatii, proclamaron que no se oponían a la integración europea, finalmente boicotearon el referéndum, al igual que los comunistas moldavos.

Stoianoglo argumentó que no votó en la consulta popular “en señal de protesta” por la incapacidad de las autoridades de explicar las implicaciones jurídicas de la inclusión en el Preámbulo de la Constitución la aspiración de los moldavos a ingresar en la UE

Sin mencionarlo, ambos apelaron al voto del miedo en alusión a que la entrada en la UE, que ha ayudado a Moldavia a reforzar sus Fuerzas Armadas ante la amenaza rusa, sea un primer paso para una futura adhesión a la OTAN.

El expresidente Igor Dodon, estrecho aliado del Kremlin cuyo partido apoyó a Stoianoglo, fue más allá y tachó abiertamente el referéndum de “ilegal” y “anticonstitucional”.

"Voté para que Moldavia vuelva a la normalidad (...) Necesitamos un líder que respete la Constitución, defienda la justicia y esté abierto al diálogo tanto con el Oeste como con el Este", dijo Dodon, que acusó a Sandu de dividir a los ciudadanos en "buenos" y "malos".

Precisamente, Rusia se oponía abiertamente al referéndum y, según la Fiscalía moldava, el prófugo oligarca Ilon Shor intentó desde Moscú comprar los votos de 130.000 personas con la transferencia de 15 millones de dólares desde bancos rusos.

Peligrosa segunda vuelta para Sandu

El No a la UE es un duro varapalo para Sandu, que podría pagar en la segunda vuelta el fiasco del referéndum, su decisión de cerrar numerosos canales de televisión rusos y su enfrentamiento directo con el Kremlin por su campaña de ataques híbridos contra Chisináu.

Según la CEC, a falta de que se conozcan los resultados definitivos, Sandu suma más del 37 % de los sufragios, mientras Stoinanoglu casi llega al 30 %, muy por encima de lo que le otorgaban las encuestas.

Stoianoglo, de origen gagauzio, acaparará a de seguro el apoyo de gran parte del electorado prorruso, aunque la buena noticia para la actual presidenta es que Usatii difícilmente pedirá el voto para el candidato socialista, ya que denunció que el Gobierno ruso lo había presionado con un nuevo caso penal si no apoyaba a su hombre en Chisináu.

En el pasado, Sandu abrió una investigación contra su adversario por sus supuestos vínculos con los fugados oligarcas reclamados por la Justicia, pero el Tribunal Europeo dio la razón al exfiscal y éste se vengó desafiándola en las urnas.EFE

(foto)(video)

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