Jerusalén, 20 oct (EFE).- El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, sacó pecho este domingo de los resultado logrados hasta ahora por las tropas en la incursión terrestre en el sur de Líbano que, asegura, está permitiendo "destruir" a la milicia chií Hizbulá y sus capacidades militares.
"No solo estamos destruyendo al enemigo, sino que además estamos desmantelando sus túneles, depósitos de armas y su infraestructura de ataque. El resultado es claro: en los lugares que Hizbulá preparó para usar como plataformas para atacarnos ahora hay tropas realizando operaciones", dijo Gallant a la División 98 del Ejército tras visitar hoy la frontera de Israel con Líbano.
Por otra parte, el titular de Defensa indicó que los miembros del grupo libanés capturados por las fuerzas israelíes están compartiendo más información con ellos y que se muestran "aterrorizados" ante la posibilidad de que su milicia pueda "estar colapsando".
"Los prisioneros nos están contando lo que está sucediendo y que están aterrorizados porque saben que no tienen lo que se necesita para lidiar con lo que hay en el campo de batalla. No en términos de fuerza, capacidad de combate, precisión o determinación", trasladó a los soldados.
Desde que Israel lanzó su invasión del sur de Líbano en la madrugada del 1 de octubre, al menos 24 soldados israelíes han muerto en ataques en la frontera (16 han caído en combate en el sur del país vecino y otros 8 lo han hecho en territorio israelí).
En la última jornada, las fuerzas israelíes atacaron más de 100 objetivos militares de los chiíes, entre ellos "edificios militares capturados y un almacén de armas que fueron utilizadas por Hizbulá", informó hoy el Ejército en un comunicado.
"Durante la actividad, los soldados localizaron un pozo subterráneo y un puesto de estacionamiento utilizado por los terroristas de Hizbulá junto a un almacén donde se encontraban muchos arsenales de armas", recoge su nota.
Además, este domingo Israel volvió a bombardear intensamente los suburbios meridionales de Beirut, conocidos como el Dahye, después de que el Ejército israelí ordenara la evacuación de varios puntos de esta castigada zona ubicada a unos seis kilómetros de la capital libanesa, convertida ahora en un extrarradio fantasma.
En un año de hostilidades entre Israel y Hizbulá, más de 2.400 personas han muerto solo en territorio libanés -la mayoría de ellas en el último mes- y más de 1,2 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares para huir de la violencia, lo que ha provocado una crisis humanitaria en el país mediterráneo. EFE
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