Josep Margalef
Barcelona, 20 oct (EFE).- Tras levantar la mítica 'Auld Mug', la Jarra de las Cien Guineas, por parte del Emirates Team New Zealand, se puso el punto final a la 37 edición de la Copa del América y se empezó a pensar ya en la siguiente, con la certeza de que el Ineos Britannia será el 'Primer Desafiante' y Barcelona debe definir su hoja de ruta y decidir si sigue con el proyecto.
Tras la entrega del trofeo, Grant Dalton, director general del Emirates Team New Zealand, confirmó que los neozelandeses habían aceptado el desafío del Royal Yacht Squadron inglés, que será el próximo el 'Challenger of Record' o Primer Defensor de la misma.
Británicos y 'kiwis' serán los encargados de elaborar el Protocolo de la 38ª edición y conjuntamente también decidirán la sede, que es desde el primer momento el punto más complejo de todos.
La intención de Dalton es celebrar la 38ª edición dentro de dos años, en 2026. Ya se sabe que las embarcaciones en competición, con alguna evolución, serán las mismas que en 2021 y 2024, los AC75 (monocascos con 'foils' de 22,90 metros de eslora) y se estudiarán medidas para limitar el gasto de los equipos.
Dalton también quiere llevar a cabo la cuarta edición de la Joven Copa del América (para equipos masculinos o mixtos menores de 26 años) y la segunda de la Copa del América Femenina, tras el gran éxito conseguido en Barcelona.
El Royal Yacht Squadron, que representa al equipo INEOS Britannia, finalista de esta edición, donde ya era el 'Challenger of Record' también parece que tendrá su continuidad asegurada, así como varios equipos, que continuarán en la próxima edición, alguno de ellos si la Copa sigue en Europa y otros si Barcelona fuera de nuevo la sede.
Y esta es una de las cuestiones más candentes. Se espera que en las próximas semanas Dalton se reúna con diferentes actores de la clase política catalana para evaluar las opciones de que Barcelona vuelva a ser la sede.
Según ha podido saber EFE, Barcelona dispondrá de un tiempo para definirse, aunque otras ciudades españolas, como Valencia, están dispuesta a recibir la competición con los brazos abiertos, y también está por decidir la fecha de la próxima edición.
David Blakey, vicecomodoro del Royal New Zealand Yacht Squadron de Auckland, club que representa al Team New Zealand, ha explicado a EFE que si la próxima Copa del América se celebrara "en dos o tres años (2026 o 2027)", la sede tendría que tener preparada ya "una infraestructura para albergar un evento de esta magnitud".
"Lo que estamos escuchando es que hay varios lugares que están dispuestos a presentar su candidatura para ser considerados la próxima vez. También se trata de saber qué áreas o qué lugares tienen las mejores condiciones para navegar, el mejor entorno y la mejor infraestructura", ha remarcado Blakey.
Hay que recordar que el Team New Zealand eligió Barcelona como sede de la 37ª Copa, previo pago de un canon de 70 millones de euros, y superar a rivales como Málaga o la ciudad irlandesa de Cork.
En muchos medios se especuló con la posibilidad de que la ciudad saudí de Jeddah fuese anfitriona en el futuro, dados los grandes esfuerzos del reino saudí por atraer eventos deportivos de alto nivel como la Fórmula Uno o Circuitos mundiales de Tenis o de Golf.
Ya en diciembre Jeddah fue sede de una de las series preliminares de la Copa con los AC40, pero el 'Deed of Gift', documento fundacional de la Copa del América, indica que cuando la Copa se dispute en el hemisferio Norte debe celebrarse entre el 1 de mayo y el 31 octubre.
En este periodo de tiempo las temperaturas en esa área del Golfo se mueven entre los 36,4ºC y 34,5ºC y el viento oscila entre los 3,4 y 3,1 nudos (6,6 a 5,5 km/h).
En su conversación con EFE, Blakey no se ha referido solo a estos dos factores en particular, pero ha concretado: "También hay que incluir la viabilidad comercial y logística dependiendo del hemisferio en el que se realizará el evento".
Si fuese en el hemisferio sur, la fecha de celebración abarca del 1 de noviembre al 30 de abril. El gobierno de Nueva Zelanda ya ha anunciado que es "demasiado pronto" para discutir si podría presentar una candidatura para albergar la 38ª Copa.
Las opciones de Nueva Zelanda pasan por un cambio de postura del gobierno neozelandés y también del ayuntamiento de Auckland, después de que en 2021 hicieron una oferta para ser sede que fue rechazada por el equipo de Nueva Zelanda.
Ante el inmovilismo del gobierno neozelandés y el peligro de no disponer de fondos para conservar su tripulación y a parte de sus ingenieros, Grant Dalton, director general del Team New Zealand, decidió buscar ofertas en el extranjero y aceptó la de Barcelona porque proporcionaba financiación tanto para un evento ampliado como para reforzar la campaña del equipo.
Pero los neozelandeses están moviendo ficha para que la Copa vuelva a su país, donde la vela es una religión deportiva, solo un poco por detrás del rugby.
Así el líder de la oposición, Chris Hipkins, ha insistido esta semana en Auckland que Nueva Zelanda debería albergar la próxima Copa América, pero el primer ministro neozelandés Christopher Luxon de momento no mueve ficha.
En una entrevista con EFE hace unos días, Grant Dalton explicó que todo pasa por el interés de los diferentes estamentos de su país para albergar la próxima Copa, pero ha insistido en que el primer paso debe partir de las áreas políticas.
La última protagonista en intervenir al respecto ha sido la ex primera ministra Helen Clark -madrina del AC75 'Taihoro' neozelandés-, quien ha estado en Barcelona a título privado.
Clark ha afirmado a los medios neozelandeses que los argumentos a favor de la financiación pública para organizar una futura Copa América son tan sólidos como cuando su gobierno era un importante patrocinador.
Por eso ya ha pedido al sector público y privado que presenten una oferta conjunta para ser de nuevo anfitrión en Auckland. "Mi opinión es que el gobierno anterior debería haberlo hecho mejor y, obviamente, cualquier gobierno de Nueva Zelanda debería hacer un esfuerzo por mejorar el perfil increíble que esto le otorga", ha dicho.
La próxima cita no está aún fijada, pero podría tener lugar en 2026, año en el que se celebrarán también las próximas elecciones generales en Nueva Zelanda, por lo que el asunto podría convertirse en un el eje de la campaña política, en uno de los países con más embarcaciones por persona del planeta. EFE
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