Los militares de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) desplegados en Meiss ej Jebel se quedaron este viernes sin agua debido al bloqueo impuesto por las Fuerzas Armadas israelíes, aunque finalmente pudieron recibir un cargamento a última hora del día.
"El acceso a las posiciones cercanas a la Línea Azul ha sido difícil. La mayoría de las posiciones tienen suficientes comida y agua para más de diez días, (pero) esta posición no ha recibido suministros desde el 29 de septiembre debido al bloqueo de las carreteras", ha indicado la FINUL en un comunicado.
La FINUL achaca esta situación a "los retrasos en el despeje de las carreteras debido a los combates activos y advertencias de actividades de las Fuerzas de Defensa de Israel".
"La posición finalmente fue reabastecida anoche con alimentos, agua y productos esenciales, por lo que nuestros 'cascos azules' podrán seguir con su labor", ha añadido la FINUL en un comunicado publicado en Telegram.
El pasado 13 de octubre la propia FINUL denunció que los militares israelíes habían detenido un "movimiento logístico crítico" cerca de Meiss ej Jebel, "negándole el paso e impidiendo que se completara".
Al menos cinco militares de la FINUL han resultado heridos en los últimos días en ataques israelíes en el sur de Líbano y otros 15 resultaron afectados por una cortina de humo lanzada para facilitar la extracción de dos carros de combate israelíes que entraron en una posición de la FINUL en medio de un combate, lo que ha provocado críticas por parte de países implicados en el contingente.
La FINUL, establecida en 1978, está integrada por unos 10.500 soldados de unos 50 países que velan por el alto el fuego entre Israel y Líbano. España aporta unos 650 efectivos, incluido su general al mando, Aroldo Lázaro.
El 1 de octubre, las Fuerzas Armadas israelíes lanzaron una invasión por tierra en Líbano con el objetivo declarado de atacar a las milicias del partido chií Hezbolá, lo que ha agravado la situación de las fuerzas internacionales.