Human Rights Watch (HRW) ha pedido a las autoridades de Tailandia que lleven a cabo una investigación "efectiva" y "creíble" después de que un grupo de refugiados rohingyas procedentes de Birmania fuesen hallados muertos y heridos este jueves en suelo tailandés como parte de un presunto caso de tráfico de personas.
"El Gobierno tailandés debe emprender una investigación creíble para determinar los hechos que se esconden tras estas espantosas muertes y llevar ante la justicia a los responsables (...) sean quienes sean", ha declarado la directora para Asia de HRW, Elaine Pearson, después de que este jueves fuesen encontrados dos muertos y un número indeterminado de heridos, diez de ellos en estado crítico, en una "zona remota" del sur de Tailandia.
En un comunicado, la ONG ha pedido además a las autoridades tailandesas que proporcionen "atención médica, examen de asilo y asistencia" a los supervivientes, quienes fueron trasladados a hospitales del distrito de Lang Suan, en la provincia de Chumphon, a unos 500 kilómetros al sur de la capital, Bangkok.
De acuerdo a los relatos recogidos por HRW, estas personas forman parte de un grupo de unos 70 rohingyas procedentes del estado birmano de Rajine, que llegaron a Tailandia este miércoles, antes de ser introducidos en camiones frigoríficos con destino Malasia. A unos 1.000 kilómetros del trayecto, en Lang Suan, "los conductores se detuvieron para sacar a los rohingya que habían muerto aplastados, estaban inconscientes o demasiado débiles" para continuar el viaje.
"El caso de Lang Suan indica que, al parecer, el tráfico de rohingya (en Tailandia) continúa", ha denunciado HRW, señalando además la "escasa protección" de sus autoridades hacia estas personas que "huyen de la persecución y la violencia en Rajine", donde el Ejército de Birmania y la guerrilla local del Ejército de Arakán --histórico grupo separatista que prosigue su lucha contra los militares, ahora en el marco del conflicto derivado del golpe de Estado propinado por la actual junta militar birmana en 2021-- han cometido "asesinatos masivos, incendios provocados y reclutamiento ilegal".
Además, la ONG ha acusado a las autoridades tailandesas de tratar "sumariamente como inmigrantes ilegales a los rohingya" sin documentación, de modo que estos se enfrentan a ser detenidos y permanecer en celdas "gravemente hacinadas y (que) carecen de ventilación, alimentación y atención médica adecuadas". "En algunos casos, los detenidos apenas tienen sitio para sentarse, y mucho menos para dormir. Varios han muerto bajo custodia", ha alertado la organización.
Human Rights Watch ha recordado al Gobierno de Tailandia que la detención prolongada de solicitantes de asilo y migrantes "viola el Derecho Internacional de los Derechos Humanos contra la detención arbitraria" y que la legislación internacional le prohíbe "devolver por la fuerza a nadie a un lugar donde corra peligro de muerte o un riesgo real de sufrir persecución, tortura u otros malos tratos", como es el caso de los 630.000 rohingyas que permanecen en Birmania bajo un sistema de apartheid.
En esta línea, ha pedido al Ejecutivo de la primera ministra, Paetongtarn Shinawatra, que permita al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) realizar investigaciones para determinar la condición de refugiado de los rohingya que huyen de Birmania, ya que "carece de un mecanismo adecuado y accesible para determinar las solicitudes de asilo", y liberar a los migrantes y solicitantes de asilo detenidos.
"El Gobierno tailandés debe ayudar a las personas que huyen de la opresión, no empeorar su sufrimiento", han defendido desde la organización, sobre un conflicto que ha desplazado a más de 320.000 personas en Birmania desde que se reanudaron las hostilidades en noviembre de 2023.