Bélgica rinde homenaje al pintor James Ensor, 75 años después de su muerte

Bélgica celebra el 'Año Ensor' en 2024 con exposiciones en Ostende y Amberes, destacando obras como 'La entrada de Cristo en Bruselas' y la influencia del Expresionismo en su legado artístico

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Pau Mompó Alberola y Gonzalo García Moreno

Bruselas, 19 oct (EFE).- Bélgica conmemora este año el 75 aniversario del fallecimiento de uno de sus más ilustres y representativos pintores, James Ensor, con exposiciones en la ciudad costera de Ostende y Amberes que recogen el trabajo y la representación subjetiva de la realidad de un artista que contribuyó al surgimiento del Expresionismo.

En su honor, el país denominó este 2024 como 'Año Ensor', durante el cual diferentes obras cargadas de color y expresión estarán a disposición de los interesados en varios museos tanto en Ostende, la ciudad natal del artista y donde también pasó sus últimos días, como en Ámberes.

Esta última, situada al norte del país en la frontera con Países Bajos y conocida por sus diamantes, cuenta con la mayor colección de obras de este artista del mundo, según explica la página de internet creada para el 'Año Ensor', y acoge actualmente cuatro exposiciones dedicadas al pintor.

Algunas de ellas recogen varias de las obras más representativas del artista como la 'Tentación de San Antonio', un colaje trasladado a la exposición desde Chicago (EE.UU.), formado por 51 hojas de papel en las que están presentes la crítica social, la ciencia y la tecnología, según recoge el Museo Real de Bellas Artes de Amberes (KMSKA, por sus siglas en flamenco).

El propio museo, que afirma poseer la "mayor y más importante colección" del pintor, alberga la exposición "Los sueños más salvajes: Ensor más allá del impresionismo", en la que se muestra la evolución artística del pintor y la influencia de notables pintores como Claude Monet y Auguste Renoir en su trayectoria.

La exposición muestra cómo Ensor se convirtió en el "padre del Expresionismo", ya que por primera vez sus cuadros, procedentes de todo el mundo, se yuxtaponen a obras maestras de Edouard Manet, Claude Monet, Auguste Renoir, Edvard Munch y Emile Nolde, detalla a EFE el comisario de la exposición del KMSKA, Herwig Todts.

Otra de las exhibiciones, "Los estados de la imaginación de Ensor", muestra las experimentaciones del artista en las técnicas de grabado como dibujos preparatorios, planchas de cobre y grabados en diferentes estados e impresiones sobre vitela, satén coloreado y papel antiguo.

También está al alcance de los interesados la propuesta del Museo de la Moda de Ámberes, que busca un enfoque diferente y se aproxima más a la obra de Ensor desde el lado de la belleza y el maquillaje, que en torno a la historia del artista, según explica a EFE un portavoz del propio museo.

La huella más cotidiana del artista todavía se puede hallar en Ostende, donde nació en 1860 y en la que se encuentra la residencia en la que vivió el pintor toda su vida y que actualmente está convertida en una casa museo.

La hogareña exhibición alberga, además de muebles y menaje, una copia a tamaño natural de 'La entrada de Cristo en Bruselas', una de sus obras más representativas, colocada exactamente en el salón donde se encontraba el original, el cual pertenece a la colección del Museo Getty de Los Ángeles (EE.UU), desde 1987.

Esta obra, explica Herwig Todts, es un claro ejemplo de su faceta expresionista: "Convierte la representación objetiva de las máscaras de carnaval en un retrato subjetivo de sus semejantes y de la humanidad en su conjunto. Los personajes de sus cuadros no se ocultan tras una máscara. La propia máscara se convierte en su rostro".

Ensor, sigue presente en la cultura de Ostende, donde el pintor vivió durante la Segunda Guerra Mundial a pesar de los bombardeos, y aunque su figura era cuestionada durante sus primeros años como artista, fue poco a poco ganándose los corazones de los habitantes, según explica a EFE un portavoz del museo de la Casa de James Ensor.

"Aunque la ciudad fue su hogar y su musa, no siempre apreció plenamente su genio en vida. A pesar de su participación en los círculos artísticos y culturales locales, a menudo se le consideraba una figura excéntrica. Con el tiempo, su reputación mejoró y hoy la ciudad lo considera uno de sus iconos culturales más importantes", afirma el experto. EFE

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