La Haya, 18 oct (EFE).- El ministro ugandés de Exteriores, Jeje Odongo, ha negado este viernes haber hablado o negociado con Países Bajos la posible acogida de un centro para alojar a solicitantes de asilo rechazados y deportados por las autoridades neerlandesas tras agotar todas las vías legales, aunque se mostró abierto a estudiar el plan si se lo proponen.
"Solo hablamos sobre el apoyo de Países Bajos a los refugiados que ya están en Uganda", aseguró Odongo a la radio pública neerlandesa NPO, sobre su encuentro con la ministra de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo, la ultraderechista Reinette Klever, quien estuvo esta semana en una visita de trabajo en Uganda.
Desde Kampala, Klever anunció el miércoles que el gabinete está explorando la posibilidad de deportar y alojar en Uganda a los solicitantes de asilo, que, procedentes de países de África, hayan sido ya rechazadas en Países Bajos tras recurrir a todas las vías legales posibles, y el objetivo es que, desde allí, sean devueltos a su país de origen.
Uganda, aseguró la ministra neerlandesa, no está contra esta idea, y recibiría una compensación económica a cambio. Preguntado si aceptaría dinero a cambio de acoger a estas personas deportadas, el ministro ugandés contestó irritado: “Te dije que ni siquiera hemos hablado de eso”, zanjó.
No obstante, Odongo aseguró que “si Países Bajos vuelve a plantear el tema de los centros de retorno, revisará la propuesta” con su equipo y “responderá” acorde, y no quiso descartar la cooperación de su país con un eventual plan.
El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, defendió el jueves, a su llegada a la cumbre europea en Bruselas, que este plan es “una solución innovadora” y “una idea seria, pero, por supuesto, tiene muchos desafíos que deben ser cuidadosamente evaluados", y admitió que el planteamiento “aún requiere mucho desarrollo” y “no es algo que ocurre de la noche a la mañana”.
"Las ideas siempre deben poder hacerse públicas. Se ajusta a la línea de debate que tenemos con los Estados miembros europeos sobre si estos centros regionales funcionarán”, agregó, preguntado si no debería primero haber desarrollado la idea antes de anunciarla públicamente.
En este sentido, al término de la cumbre, Schoof reconoció a los periodistas que solo se enteró de este plan el miércoles por la noche, momento en el que también lo anunció Klever a la prensa en Uganda, aunque defendió que no le parece un problema no haber estado informado de esta idea antes de que la hiciera pública su ministra. “Cuando se toma una decisión, ese es el momento de llevar (la idea) ante el consejo de ministros”, justificó Schoof.
El jefe del gobierno neerlandés también aseguró que ha mencionado la idea a sus colegas europeos, y que “no les sorprendió en absoluto”, aunque, según la televisión pública NOS, el canciller alemán Olaf Scholz es crítico con el plan porque no lo ve muy efectivo, al afectar solo a “una gota en el océano”.
"Cada gota en el océano cuenta. No debemos descartar cada solución o idea de inmediato", contestó Schoof, un funcionario neerlandés sin afiliación política que lidera un gobierno de coalición compuesto por ministros de cuatro partidos: la derecha radical PVV, el liberal VVD, el democristiano CDA y el partido de los granjeros BBB. EFE