Santiago Aparicio
Madrid, 18 oct (EFE).- Con el anuncio de retirada, impactante, aún reciente, y con el cara a cara de los Juegos Olímpicos de París 2024 como último referente, Rafael Nadal y Novak Djokovic afrontan el último capítulo, definitivamente, del gran clásico del tenis de todos los tiempos.
Nunca antes había existido una rivalidad tan longeva y tan equilibrada, con tantas cosas en juego, como la que han escrito a través de los tiempos el español y el serbio, los dos jugadores con más títulos del Grand Slam a sus espaldas. Ambos han mantenido una rivalidad que parecía interminable y que ya está abocada a su final. Rafael Nadal, dentro de un mes, colgará definitivamente la raqueta que tantos éxitos le ha proporcionado al deporte español.
El duelo entre Nadal y Djokovic supera otros legendarios. Está por encima del Bjorn Borg y John McEnroe, del Andre Agassi y Pete Sampras, del Nadal contra Roger Federer, del Roy Emerson con Rod Laver o el de Jimmy Connors con Ivan Lendl. Todos marcaron una etapa. Pero ninguno superó la cifra que han de partidos que han dirimido el balear y el tenista de Belgrado.
Apartados del foco por la irrupción reciente del italiano Jannik Sinner y el murciano Carlos Alcaraz, líderes de la nueva generación que definitivamente ha desplazado de la cima a los supervivientes del histórico 'Big Three', el pulso entre Nadal y Djokovic se resume en sus respectivos y gloriosos historiales y su fortaleza en los cara a cara que han protagonizado a lo largo de sesenta partidos.
El triunfo logrado por el serbio en París 2024, en la segunda ronda olímpica, fue la trigésima primera victoria sobre el jugador de Manacor que ha conseguido superar a su adversario en veintinueve. Una gran igualdad ha sido establecida por dos de los mejores tenistas de la historia.
No computará en las estadísticas, centradas solo en los partidos oficiales, el enfrentamiento que van a jugar en Riad, en la lujosa exhibición del Six Kings Slam que finaliza este sábado. Será un duelo, no obstante, cargado de simbolismo. Durante dos décadas han dominado este deporte, junto a Federer, y apunta a un homenaje a la historia. A un baile final entre los dos jugadores que han acaparado los éxitos a un mes de que Rafael Nadal, en las Finales de la Copa Davis de Málaga, eche el cierre, a los 38 años, a su carrera.
Curiosamente, el español y el balcánico ejercerán de teloneros de la gran final del evento. Superados, respectivamente, por Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, que después pujarán por ganar la exhibición, se ocuparán los veteranos de encontrar el consuelo en la puja por el tercer y cuarto puesto.
La última reunión contempla cuarenta y séis títulos del Grand Slam. Veinticuatro de Djokovic, más que ningún otro en la historia, y veintidós de Rafael Nadal, el que le sigue en la relación de éxitos. El serbio, ahora cuarto del mundo, mantiene el buen tono competitivo como se demuestra con el oro olímpico obtenido en París. Sin otro triunfo ni título en lo que va de 2024, consigue mantener el tipo y hacer frente a sus adversarios, a los tenistas que ahora dominan la competición.
No es el caso de Nadal, que no juega desde que fue eliminado por su rival en la pista Phillipe Chatrier hace dos meses y medio. Le cuesta mucho más al balear recuperar las buenas sensaciones y está a la búsqueda de su nivel para la cita de la Davis, su última contribución al tenis español.
Ambos han protagonizado numerosas finales, partidos épicos. También en esta relación es el serbio el que gana en cifras. Djokovic ganó quince duelos decisivos. Nadal en trece. El balear, asentado antes en el circuito, implantó su ley al principio, catorce de los primeros dieciocho enfrentamientos entre ambos, desde el 2006 hasta el 2009. Por el camino, el español había co nseguido tumbar a su adversario, aún entonces lejos en éxitos, en el Masters 1000 de Roma, el Masters 1000 de Montecarlo, el Masters 1000 de Indian Wells y el torneo de Queens.
Pero todo cambió a partir de entonces. El serbio empezó a crecer y ganó diez de los doce cara a cara siguientes, siete de ellos seguidos, con las finales del Abierto de Estados Unidos y de Wimbledon del 2011 y del Abierto de Australia 2012 entre sus victorias. Nadal recuperó el pulso en los partidos siguientes y se impuso en seis de los siete de después, con finales en torneos Masters 1000, en Roland Garros y en el Abierto estadounidense del 2013.
Djokovic entró en racha desde la final de Pekín de esta temporada y contó cada partido con Nadal por triunfo excepto en Roland Garros en el 2014 aunque por primera vez le arrebató una victoria en París, en el Grand Slam de tierra, en los cuartos de final del 2015. La igualdad prevaleció hasta los tramos últimos.
Los recientes cara a cara han caído del lado del balear. Desde el 2019 fue superior en seis de los ocho duelos previos a la cita olímpica, especialmente en tierra. Pero Djokovic ha conseguido el triunfo en dos de los tres últimos. En Roland Garros 2021, en semifinales y en los Juegos. Treinta y una en total, por veintinueve del español.
Riad, en el duelo de consolcación del magestuoso evento de exhibición, contempla el último cara a cara. El gran clásico de todos los tiempos. El colofón a una época histórica, sin parangón, en el tenis. Y en puertas del adiós de uno de los más grandes, RAfael Nadal. EFE