La pala amenaza a la raqueta en el mundo árabe

El auge del pádel en el mundo árabe revela una creciente popularidad en países como Egipto y Catar, con infraestructuras en expansión y la participación de inversores que promueven su difusión y profesionalización

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Hossam Usama y Raúl Martín Lorenzo

Doha, 18  oct (EFE).- El pádel, un deporte con apenas 55 años de existencia, se extiende a pasos agigantados en el mundo árabe, donde la creación de federaciones y la facilidad para practicarlo tanto como ocio como para competir han generado tal acogida en el público que amenaza con destronar otros deportes de raqueta en la región.

 Si bien en los últimos diez años la expansión de este deporte en todo el mundo ha sido enorme, en Oriente Medio ha crecido y sigue creciendo a velocidad de vértigo por su facilidad de aprendizaje, clima, presencia de inversores, y dimensiones de la cancha.

En Egipto, donde su presencia se ha disparado con hasta 1.500 pistas y más de 350.000 jugadores amateur según la Federación Internacional de Pádel (FIP), han ayudado también las redes sociales y el éxito tradicional en el país de otros deportes de raqueta como el squash, donde los egipcios son referentes.

Respecto a la causa de la difusión del pádel en el mundo árabe, el jefe del Comité de Competiciones de la Federación Egipcia de Pádel, Raed Al Shafei, afirma a EFE que el motivo es "la facilidad para jugar y acostumbrarse sin experiencia previa", y al ser un deporte de rápido desarrollo, "aumenta la vinculación del jugador con juego".

“La difusión del juego y la presencia de torneos de diferentes niveles atrae más personas cada vez. Por otro lado, incita a muchos inversores a entrar en el mundo del pádel, y es motivo de la difusión de las canchas de este deporte en muchos países árabes, no sólo en Egipto”, añade Al Shafei.

Egipto cuenta con varios jugadores profesionales de pádel, e incluso algunos se han colado en el ránking mundial de la FIP, entre ellos Youssef Hossam (170 en el top) y Georges Wakim (267), que están en la lista de los 300 mejores jugadores del mundo.

El país de los faraones participó en el Mundial Senior de la FIP celebrado en España y quedó en el vigésimo puesto, y participará en el campeonato mundial que acogerá Catar este año por segunda vez en su historia.

En Catar, que acogerá el próximo mundial de pádel, el deporte se empezó a jugar hace solo cinco años con un crecimiento exponencial. Sólo en Doha están el 80% de las 150 pistas y 41 clubes dedicados al deporte, según la Federación Internacional de Pádel.

El número de pistas de pádel en los países del golfo Pérsico (Catar, Emiratos Árabes, Kuwait, Baréin y Arabia Saudí) ha pasado de 20 en 2016 a 1.850 en 2022, según el informe de Playtomic Global Padel. Ahora, en 2024, el boom de este deporte ha elevado la cifra a 2.566 pistas en toda la región, de acuerdo con el reporte de la FIP.

Uno de los hitos más destacados de la industria del pádel aquí fue la unificación del circuito profesional más importante del mundo, el World Pádel Tour (WPT) por Qatar Sports Invesements (QSI) -dueño del París Saint Germain- para albergar un nuevo tour de la competición.

 Mario Lozano, entrenador español de la disciplina en Qatar, afirmó a EFE que "el pádel ya es una realidad en todo el mundo y los países árabes no iban a ser menos".

En Arabia Saudí, donde invierten en industria deportiva para diversificar su economía, se han construido 900 pistas en 221 instalaciones alrededor de todo el país, con una Federación de Pádel independiente desde 2021 y con 30 jugadores y cinco jugadoras en el ránking mundial.

Sobre si podría considerar el pádel “un deporte destinado para los ricos”, Lozano matiza: “No es para ricos, pero para gente con comodidad económica. Mismo ejemplo con el tenis, deportes asequibles para jugar por diversión pero que requieren de una gran inversión si uno se quiere dedicar a él al 100 %”.

Maged Kamel, propietario de cinco pistas de pádel en El Cairo, afirma que este deporte se ha convertido en un negocio rentable en los últimos años, puesto que "las fuentes de ingresos son numerosas, desde el alquiler por horas hasta academias de enseñanza y la venta de equipamiento", asegura.

Además, Kamel subraya que los torneos amateur han ganado gran popularidad, con premios de hasta 50.000 libras egipcias (1.029 dólares), lo que atrae a muchos jugadores.

"Los participantes pagan entre 250 y 500 libras (5-10 dólares) según el nivel del torneo", añade.

El costo de construir una cancha en Catar oscila entre 35.000 y 45.000 dólares, mientras que el coste de construcción en Egipto, cuyo clima es mucho más seco, gira entorno los 13.000 y 15.000 dólares, según ofertas de empresas especializadas.

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(foto)(vídeo)

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