El proveedor Spirit AeroSystems ha anunciado este viernes la suspensión de empleo de 21 días para aproximadamente 700 empleados que trabajan en los programas de los aviones Boeing 767 y 777, como respuesta a la huelga del fabricante en Seattle (Estados Unidos), que va camino de su sexta semana de protesta.
Esta decisión de la firma se combina con otras medidas de ahorro de costes, incluida la congelación de contratación y restricciones de viajes y horas extraordinarias, según un comunicado.
Además, si la huelga se prolonga más allá de noviembre, Spirit ha explicado que "las presiones financieras" pueden obligarle a aplicar medidas adicionales, incluidos despidos y más recortes de plantilla.
"Esta difícil medida era necesaria dada nuestra limitada capacidad de almacenamiento para las unidades 767 y 777", ha destacado el consejero delegado de Spirit AeroSystems, Pat Shanahan.
A pesar de esta noticia, Spirit ha asegurado que mantiene su compromiso hacia los "más altos estándares de calidad y seguridad". "La empresa seguirá cumpliendo sus obligaciones con los clientes, los organismos reguladores y la industria aeroespacial", ha añadido en la nota de prensa.
Por su parte, Boeing anunció hace una semana planes para reducir su plantilla en un 10%, eliminando unos 17.000 empleos. Los trabajadores en huelga, unos 33.000, pertenecen a las plantas de Boeing en el entorno de Seattle.
La huelga, entre otros motivos, busca conseguir que la compañía acepte una subida salarial del 40% que compense el aumento de costes desde la última revisión, hace 16 años, también después de una protesta.