Después de varios días 'desaparecida' y asegurando a diferentes periodistas que estaba tranquila, que no quería saber nada de la boda de su hijo y que no averiguaríamos el paradero en el que se está refugiando de la polémica tras abandonar Marbella sin ser vista, Bárbara Rey ha reaparecido en el momento exacto en el que Ángel Cristo Jr. y Ana Herminia se daban el 'sí quiero' en la finca 'La Vega del Henares' a las afueras de Madrid.
Y lo ha hecho a 46 kilómetros del lugar del enlace, en plena Puerta del Sol, disfrutando de un paseo en solitario en el que, degustando una empanadilla de una de las pastelerías más famosas de la capital, ha dejado claro que no está hundida y que no le ha afectado en absoluto estar ausente en el día más feliz de la boda de su hijo.
Perfectamente peinada y maquillada, con gafas de sol y una gran sonrisa, Bárbara ha compartido diversos stories en su cuenta de Instagram mostrando diferentes partes del centro de la ciudad -como la Real Casa de Correos o la estatua ecuestre de Carlos III- y, mientras se comía el dulce, ha aprovechado para lanzar un dardo a sus 'enemigos': "Mirad que empanadilla más maravillosa me estoy comiendo. A vuestra salud. Es de mala educación hablar con la boca llena pero bueno...".
"Mirad qué bien, qué guay, qué bonito. Aquí es donde se dan las Campanadas y estoy feliz" ha asegurado, respondiendo a los que se han preguntado dónde estaría 'escondida' ante la boda de su hijo y Ana Herminia. "Otros preguntando dónde estará, dónde estará... Estoy aquí" ha sentenciado, demostrando que nada puede con ella y que no ha dejado que el 'sí quiero' de Ángel y el escándalo en el que está inmersa por la filtración de sus audios con el Emérito van a hacer que deje de disfrutar de planes tan mundanos como pasear por la Puerta del Sol y comerse una empanadilla.