La Habana, 18 oct (EFE).- El primer ministro cubano, Manuel Marrero, anunció este jueves que se va a establecer una nueva tarifa eléctrica más elevada para el sector no estatal -que ahora se rige por la del residencial- porque "están generando riqueza".
Marrero avanzó esta iniciativa en una inusual comparecencia televisiva para abordar la "emergencia energética", después de que en esta jornada, tras seis semanas de frecuentes y prolongados apagones por todo el país, se marcase un nuevo máximo de afectación, con más de la mitad del país sin corriente de forma simultánea.
El primer ministro no aportó detalles sobre este plan, salvo apuntar que sería una tarifa más elevada que la del sector residencial, que está "subsidiada", y que el Gobierno cuenta con que entre en vigor este mismo año.
Además, en diálogo con dos responsables del Ministerio de Energía y Minas, repasó los problemas del sistema energético nacional y reiteró la estrategia del Gobierno para reducir las afectaciones.
El director general de la estatal Unión Eléctrica (UNE), Alfredo López, aseguró en este contexto que las soluciones vendrán "paso a paso" y solo se verán resultados "a medio plazo". Agregó que en el ministerio son "conscientes" y "muy sensibles" ante los problemas que los frecuentes apagones generan en la población.
Cuba registró este jueves su mayor tasa de afectación eléctrica en lo que va de año, que en el momento de máxima demanda alcanzó el 51 %, según la estatal Unión Eléctrica (UNE). Esto significa que los cortes llegaron a afectar simultáneamente a más de la mitad del país.
El sistema eléctrico cubano se encuentra en un estado muy precario por las frecuentes averías en las unidades de producción de las siete centrales termoeléctricas, obsoletas por sus más de cuatro décadas de uso y la falta crónica de inversiones y mantenimientos.
A esto se ha añadido en los últimos tiempos el déficit de combustible, fruto de la falta de divisas del Estado para importarlo.
El Gobierno cubano ha rentado en los últimos años varias centrales eléctricas flotantes para atenuar la falta de capacidad de generación, una solución rápida, pero costosa, contaminante y que no resuelve el problema estructural del sistema energético nacional.
Los frecuentes cortes en el suministro eléctrico dañan la economía cubana- que en 2023 se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales y sigue por debajo de los niveles de 2019- e impulsan el descontento social en una sociedad ya gravemente afectada por una crisis económica desde hace más de cuatro años.
También han desencadenado protestas antigubernamentales, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades. EFE