Laia Mataix Gómez
Bogotá, 18 oct (EFE).- Colombia acoge desde el 21 de octubre y hasta el 1 de noviembre la COP16 de Biodiversidad, un encuentro bajo el paraguas de la ONU en el que los países del mundo discutirán y negociarán acuerdos para proteger la naturaleza y ponerle freno a la destrucción de los recursos naturales del planeta.
Cali, capital del departamento del Valle del Cauca (suroeste), es la ciudad escogida por el Gobierno colombiano, que ha hecho una gran apuesta por esta cumbre con la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, a la cabeza, y hasta el momento 10 jefes de Estado han sido confirmados para participar.
Se trata de una Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés), una reunión internacional donde los países se juntan para discutir y tomar decisiones sobre temas ambientales a nivel global.
En 1992, en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro nacieron tres convenciones: la de cambio climático, que se celebra cada año y es la más conocida, la de biodiversidad y la de desertificación, estas últimas de carácter bienal.
Esta año coinciden las tres: la COP29 de cambio climático que se desarrollará entre el 11 y el 22 de noviembre en Bakú (Azerbaiyán); la COP16 de Biodiversidad, que tendrá lugar en Cali (Colombia) y la COP16 de desertificación, del 2 al 13 de diciembre en Riad (Arabia Saudí).
La edición 16 de la COP de Biodiversidad llega a Colombia después de que Turquía, que iba a ser la anfitriona, renunciara a celebrarla por cuenta de la emergencia sufrida por los terremotos de 2023. Desde entonces, el Gobierno colombiano ha hecho de esta reunión una de sus banderas.
Esta cita reunirá a más de 190 países, organizaciones observadoras, grupos de jóvenes, sociedad civil, academia y público en general y Cali se dividirá en dos para acogerlos: la Zona Azul será el espacio institucional donde se llevarán a cabo las negociaciones de alto nivel y participarán los jefes de Estado invitados, y la Zona Verde, que será el escenario donde se desarrollen las actividades de las organizaciones y la sociedad civil.
El foco estará puesto en la implementación del Marco Kunming-Montreal, aprobado en la última cumbre, celebrada en Canadá, cuyo objetivo principal es proteger el 30 % del planeta, incluyendo áreas terrestres, marinas y de agua dulce, convirtiéndolas en áreas protegidas para el final de esta década y la restauración del 30 % de los ecosistemas degradados.
Además, el Marco pone énfasis en la restauración y protección de ecosistemas críticos, como las selvas tropicales y los humedales, que son esenciales para la biodiversidad y el equilibrio climático.
Colombia ha marcado tres metas para esta cumbre: la financiación del cumplimiento de las metas climáticas, que la ministra ha admitido será el punto más crítico de las negociaciones; establecer un marco de acceso a beneficios de las cadenas genéticas digitalizadas y los recursos genéticos, y la evaluación de las acciones de los países para el cumplimiento de las 23 metas de biodiversidad a 2030.
"Paz con la naturaleza" es el lema escogido por Colombia y con el mensaje: "La naturaleza nos hace la última advertencia para detener esta guerra suicida. Bosques arrasados, tráfico de animales, minería ilegal, especies extintas, ríos y mares contaminados. Todos estamos llamados a la acción y tenemos la oportunidad de ser parte del cambio".
Por otro lado, el Ministerio de Ambiente ha enfatizado la participación de los indígenas con multitud de eventos previos y movilizaciones con la mira puesta en la aprobación de un plan de trabajo global para los pueblos étnicos como custodios de la biodiversidad.
Los ojos han estado puestos en los últimos meses en la seguridad en el Valle del Cauca, uno de los departamentos donde la violencia más se ha recrudecido tras los desencuentros del Gobierno con los grupos armados. Es, además, vecino del Cauca, bastión del Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC.
En este contexto, el Gobierno ha reiterado que está garantizado el normal desarrollo de la cumbre con una amplia operación de seguridad a la que se suma la Policía de la ONU que custodiará la Zona Azul.
Sin embargo tras la ofensiva del Ejército contra una facción del EMC en el caserío de El Plateado el pasado fin de semana, ese grupo amenazó a la COP16 y recomendó "a los delegados de la comunidad nacional e internacional abstenerse de asistir a este evento".
Ante esa amenaza, el presidente colombiano, Gustavo Petro respondió en un mensaje en X: "La seguridad de la COP16 está garantizada". EFE
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