Eva García González
Bogotá, 18 oct (EFE).- La directora Camila Beltrán, que se presentó en la sección de cine independiente del Festival de Cannes y ganó el premio a Mejor Película Latinoamericana en el Festival de Sitges con su opera prima, 'Mi bestia', considera que el cine colombiano es una catarsis frente a la historia del país.
"Somos un país violento donde suceden cosas específicas y eso impregna nuestra narrativa, pero pienso que lo importante es mantener una sinceridad en decir qué es lo que queremos contar y cómo hacerlo", manifiesta Beltrán (Bogotá, 1984) en una entrevista con EFE en Bogotá.
Su película, que se estrena en los cines colombianos el próximo 24 de octubre, transcurre en la capital colombiana en 1996, año en el que la población cree que llegará el diablo durante un eclipse lunar.
Mila, la protagonista de 13 años, empieza a ver la transformación de su cuerpo y a equipararla con la profecía que se aproxima.
"Dejar la infancia y pasar a la adolescencia tiene algo monstruoso en la cabeza de un niño o una niña, como ver crecer el deseo sexual o al cuerpo transformándose", explica Beltrán, quien recuerda cómo ella misma esperó la llegada del diablo en 1996, cuando era una adolescente en Bogotá.
Lo que le sucede a Mila, agrega, tiene que ver con "lo oscuro, lo misterioso, la noche", pues la mirada de los demás sobre ella se vuelve cada vez más "asfixiante" al convertirse en un "objeto sexual" del sistema patriarcal en el que vive y al que no quiere pertenecer.
Con archivos reales de la televisión de la época, 'Mi bestia' recrea la historia verdadera de aquella esperada profecía pero con un componente fantástico para representar la transformación del cuerpo de la mujer como algo "monstruoso".
La protagonista de la película, Stella Martínez, no es una actriz profesional y fue Beltrán quien le ofreció trabajar con ella tras visitar la barriada de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, ya que se ajustaba al personaje principal que la directora había diseñado y escrito en el guion.
"Stella aporta un gran misterio que sólo ella tiene y que es inexplicable, yo en ningún momento le enseñé cómo hacerlo, es algo que lleva ella y que entendió muy bien cuando preparamos el papel con distintas mujeres", explica la cineasta.
Como Martínez no vivió la década de los 90, Beltrán y su equipo trabajaron en "grupos de palabras" para que la adolescente pudiera comprender esa época, el personaje y a lo que este se enfrentaba y la historia que cuenta la película, por lo que "acabó comprendiendo que Mila es una heroína y no una víctima".
En 'Mi bestia', Beltrán busca representar la sociedad colombiana a través de mujeres de distintas etnias y orígenes: "Desde la mujer afrodescendiente hasta la mujer religiosa, la niña, la mujer moderna que trabaja, la occidental. La película trata de mostrar Colombia en los 90 o su imaginario colectivo a través de muchos perfiles de mujeres".
"En los 90 las imágenes se quedaban en la casa, la televisión se quedaba en casa, no era un objeto que llevamos en el bolsillo como los de hoy en día, lo que permite al personaje errar, tener un contacto con lo salvaje, con esas zonas de la ciudad por las que ella pasa", apunta la cineasta.
Beltrán considera que en la película hay elementos "no muy positivos" sobre Bogotá, que la retratan como una ciudad "peligrosa, caótica y hostil", pero apunta que es porque "hay que trabajar por la representación de la realidad" para "poder transformarla y aprender de ella". EFE
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