Yamena, 18 oct (EFE).- Al menos once personas murieron este viernes en enfrentamientos entre pastores y agricultores en el sur de Chad, mientras la escasez de recursos en el país agravada por la crisis climática sigue agudizando las tensiones comunitarias, informaron a EFE una campesina y las autoridades locales.
Los hechos se produjeron en torno a las 08:00 hora local (07:00 GMT) de este viernes en Maro, capital del departamento de Grande Sido, en la región de Moyen-Chari, contó a EFE la campesina Lucie Nouba.
"Ayer por la tarde fue hallado muerto un pastor. Al parecer fue asesinado por un desconocido cerca de los campos de los granjeros. El clima de desconfianza y rivalidad llevó rápidamente a los pastores a organizar represalias, que culminaron en un violento ataque contra los agricultores que trabajaban en sus campos. Entre las víctimas hay siete campesinos y cuatro pastores", relató.
Las autoridades locales expresaron su profunda preocupación por la escalada de violencia por este tipo de conflictos en el sur de Chad.
"Este ciclo de violencia debe detenerse. Debemos unir nuestras fuerzas para encontrar una solución pacífica y duradera a este conflicto, que no hace más que empeorar nuestra situación", expresó en declaraciones a EFE el jefe del cantón de Maro, Samuel Taguinan.
Las autoridades militares han reforzado la presencia de seguridad en la localidad para disuadir de nuevos actos de violencia y proteger a las poblaciones vulnerables.
Pero no es tarea fácil, ya que las raíces de este conflicto son profundas y se remontan a años de tensiones por el acceso a los recursos.
Chad es uno de los mayores productores de ganado de África y tiene casi 94 millones de cabezas de ganado, pero el método de cultivo es tradicional, extensivo, caracterizado por la movilidad de los animales en busca de puntos de agua y pastos.
Estos recursos disminuyen en cantidad y calidad debido a los efectos de la crisis climática, entre otros factores.
La fuerte presión sobre los recursos ha deteriorado las relaciones entre pastores musulmanes nómadas y agricultores nativos sedentarios, en su mayoría cristianos o animistas, con choques frecuentes en el sur de Chad y en otras zonas fértiles del país.
Los campesinos acusan a los pastores de saquear sus campos haciendo pastar a sus animales o, incluso, de asentarse en tierras que consideran suyas. EFE