Bogotá, 17 oct (EFE).- La pérdida de bosques en Colombia se torna insostenible tanto en lo económico como en lo social, aunque ese problema se puede revertir con políticas públicas que tengan visión de largo plazo y convertirlos en una palanca para el desarrollo sostenible del país, señala un estudio divulgado este jueves.
Así lo asegura "El bosque, palanca de desarrollo sostenible de Colombia", un informe elaborado por BBVA Research a propósito de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), que se celebrará del 21 de octubre al 1 de noviembre en Cali, en el suroeste del país.
El estudio subraya que el país pierde anualmente entre 200.000 y 300.000 hectáreas de cobertura arbórea por la expansión de la agricultura, la ganadería y actividades ilegales, entre otras.
"La destrucción de los bosques no es sostenible desde un punto de vista ambiental, pero tampoco económica o socialmente, ya que frena la convergencia del PIB per cápita municipal, con un efecto además más intenso en municipios con ingresos relativos más bajos", asegura Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research y coautor del estudio.
Según la investigación, en el período 2001-2023, los departamentos con mayor deforestación fueron Caquetá, Meta, Antioquia, Guaviare y Putumayo, con más del 50 % de la pérdida total a nivel nacional.
Además, la deforestación se extiende a través de diferentes ecosistemas y regiones del país, desde la Amazonía hasta la región Caribe, lo cual refleja la variedad de causas que la impulsa, detalla el documento.
Reyes explicó que "la principal causa de la pérdida de cubierta forestal en Colombia es la agricultura itinerante, entendida como aquellas actividades agrícolas y ganaderas de pequeña y mediana escala, que bien pueden resultar en una pérdida temporal o permanente de la misma".
En ese sentido dijo que entre 2001 y 2023 la agricultura itinerante representó el 73,4 % del total de la pérdida forestal del país, seguida por la deforestación asociada a materias primas.
Finalmente, la pérdida de cobertura arbórea relacionada con la silvicultura, los incendios forestales y la urbanización representó el 3 % del total.
Reyes aseguró que las actividades agrícolas y ganaderas aumentan la deforestación y no agregan valor a las regiones afectadas pero sí suelen proporcionar de forma más inmediata un medio de subsistencia a los segmentos más desfavorecidos del país.
"Si bien se concluye que la deforestación no tiene un efecto estadísticamente significativo en el crecimiento económico per cápita municipal, sí que contribuye a frenar el cierre de las brechas respecto al nivel promedio nacional, especialmente en los municipios con menor renta relativa", puntualiza el informe.
Los autores del estudio concluyen que para eliminar la deforestación se debe "actuar coordinadamente a través de múltiples políticas públicas, con visión de largo plazo para alinear el comportamiento de comunidades y sector privado con la salvaguarda del medio ambiente pero en un contexto que permita acceso a mejoras de las condiciones de bienestar de la población". EFE
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