La Feria del Libro de Fráncfort muestra una cara oficial de Italia y otra rebelde

Italia presenta su dualidad en la Feria del Libro de Fráncfort, con una representación institucional y otra crítica, simbolizada por autores que denuncian la exclusión de Roberto Saviano y la represión cultural en el país.

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Fráncfort (Alemania), 17 oct (EFE).- La Feria del Libro de Fráncfort muestra en esta edición dos caras de Italia, invitada de honor este año. Una cara oficial, representada en el tradicional pabellón del país invitado, y otra rebelde, representada por autores que han sido invitados por sus editoriales y que participan en foros en otros lugares de la muestra que proseguirá hasta el domingo.

Todo empezó con una carta de 40 autores -entre los que se destacan Francesca Melandri, Paolo Giornano y Antonio Scurati- que protestaron en verano por la exclusión de Roberto Saviano del la lista de autores del programa oficial.

Saviano, que vive bajo protección policial desde la publicación de su libro "Gomorra" sobre la vida interna de la camorra, fue declarado inicialmente por el director del programa italiano, Mauro Mazza, como un escritor que no era original lo que generó un escándalo que intento ser amainado con el argumento de que su exclusión se había debido a un error organizativo.

Los críticos del programa oficial italiano consideran que la exclusión de Saviano se debe a que es uno de los escritores más críticos del actual gobierno postfascista de Giorgia Meloni.

Saviano, pese a no formar parte de la delegación oficial, está en Fráncfort, invitado por su editorial alemana, Hanser y por la Segunda Cadena de la Televisión Alemana (ZDF) para promocionar la edición de 'Falcone', una novela dedicada a la vida y la muerte del legendario juez Giovane Falcone, asesinado por la mafia en 1992.

Aunque finalmente recibió una invitación para formar parte de la delegación oficial la rechazó lo que mismo que otros autores que, sin embargo, decidieron venir "privadamente" a Fráncfort.

La actitud ante Saviano -que hace dos años fue demandado por la misma Meloni por injuria- es considerada por muchos como algo sintomático de lo que ocurre con los intelectuales críticos en Italia.

"No he venido aquí para hablar mal del Gobierno pero quiero invitar a que nos ocupemos de la cultura italiana del presente", dijo, por ejemplo, Antonio Scurati en un acto organizado por el PEN Club.

Scurati, que acaba de publicar el cuarto tomo de su novela sobre el jerarca fascista Benito Mussolini, 'M', considera que en muchos países que tienen gobiernos autoritarios de derecha, y no sólo en Italia, hay intentos por reescribir la historia.

El mismo sufrió en abril pasado la intervención del Gobierno cuando se canceló un discurso que debía pronunciar en la televisión pública RAI.

"Me trataron como a un enemigo, como a un perro rabioso. Eso le pasa a la gente que es crítica con el poder", dijo Scurati en Fráncfort.

Paolo Giordano -autor de 'La soledad de los números primos' e impulsor de la carta de solidaridad con Saviano, habla incluso de una represión de la libertad de opinión en Italia.

"La libertad de opinión es castigada en nuestro país. Eso es verdad, no es sólo una impresión mía", dijo en el acto del PEN Club.

Las críticas al programa oficial italiano no se limitan a la exclusión de Saviano. El historiador del arte Luciano Cheles dijo que el lema del programa, 'Raíces en el futuro', es una nueva versión de un lema utilizado por neofascistas.

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