Tokio, 17 oct (EFE).- La formación gobernante de Japón, el Partido Liberal Democrático (PLD), podría perder en las elecciones generales del 27 de octubre la mayoría absoluta con la que cuenta en la Cámara Baja y que lo ha mantenido en el poder casi ininterrumpidamente desde 1955, según revelaron encuestas de medios locales este jueves.
Antes de que hace ocho días el primer ministro, Shigeru Ishiba, disolviera la cámara y convocara los comicios, la formación que encabeza, el PLD, contaba con 256 asientos, 23 por encima de los 233 que marcan la mayoría simple.
El conservador partido, sin embargo, gobierna en coalición con el grupo budista Komeito y juntos suman 288 del total de 465 escaños.
De cara al 27 de octubre, las urnas podrían reforzar el poder de la oposición en la Cámara Baja en detrimento de darle al PLD los 233 escaños con los que lleva contando de forma casi continua desde el año 1955 y a los que aspira llegar aunque sea de la mano del Komeito.
Así lo indican los resultados de una encuesta telefónica a 156.000 ciudadanos sobre su intención de voto llevada a cabo por la agencia de noticias nipona Kyodo, que revela además que el 30 % de los encuestados todavía no tiene claro en favor de quién votarán.
La última vez que otra formación superó al PLD fue en 2009, cuando el extinto Partido Demócrata se impuso en las generales y derrotó la coalición PLD-Komeito.
Los comicios del 27 de octubre, que llegan de forma anticipada, son el resultado de la voluntad del ex primer ministro, Fumio Kishida, por renovar la empañada imagen del PLD a raíz de un caso de fondos ilícitos y recuperar la confianza de los votantes.
Kishida buscaba un cambio de liderazgo en la formación y convocó unos comicios internos en su partido, de los que Ishiba resultó vencedor y, en consecuencia, se erigió como nuevo primer ministro (en Japón, este cargo lo ocupa el líder de la formación más votada).
Una vez su cargo fue ratificado por la Dieta (Parlamento), Ishiba disolvió la Cámara Baja y convocó elecciones generales en el país para buscar el apoyo del pueblo japonés, pero en las urnas pesará el escándalo de los fondos ilícitos, según las previsiones. EFE