Pekín, 17 oct (EFE).- China publica este viernes los datos del Producto Interior Bruto (PIB) del tercer trimestre de este año con las miradas puestas en si podrá cumplir el objetivo de crecimiento de "alrededor del 5 %" que se había impuesto para 2024.
Entre abril y junio, la segunda economía mundial creció un 0,7 % respecto al trimestre anterior y avanzó un 4,7 % en comparación con el mismo período de 2023, cifras por debajo de lo esperado por los analistas, que pronosticaban un aumento del 1 % en términos intertrimestrales y del 5,1 % en la comparación interanual.
En el primer trimestre, el PIB repuntó un 1,6 % en comparación con el anterior cuarto del ejercicio y un 5,3 % frente a un año atrás.
Los analistas creen que el dato de crecimiento para el tercer trimestre será del 4,5 % interanual, aunque bancos de inversión como el japonés Nomura estiman que podría desacelerarse hasta el 4,1 %.
No obstante, Goldman Sachs elevó hace unos días su previsión de PIB para 2024 del 4,7 al 4,9 %.
Los datos llegan bajo coyuntura poco halagüeña, con lo que las autoridades chinas tomaron la iniciativa hace unas semanas anunciando una serie de medidas de estímulo con el objetivo de impulsar el consumo, frenar la crisis inmobiliaria o prestar apoyo a los mercados de valores del país.
Algunos expertos creen que las medidas son "un paso en la dirección correcta" pero "insuficientes" para reavivar la recuperación económica china a menos que venga acompañado de un mayor gasto público.
Los analistas piden al menos orientar los estímulos para que la economía china recupere la confianza que parece haber perdido desde el final de la pandemia: "Las cifras del tercer trimestre van a ser decepcionantes y esa es la razón por la cual estamos viendo esta llegada de estímulos tan proactiva", ´dijo al diario South China Morning Post el profesor Chen Zhiwu de la Universidad de Hong Kong.
Según Chen, a las autoridades les preocupa que haya dos trimestres consecutivos con resultados inferiores al 5 %, y de ahí medidas recientes como recortar las tasas de interés e hipotecarias, elevar los límites de deuda de los gobiernos locales para impulsar el mercado de bienes raíces o aumentar la financiación para proyectos de vivienda con un mayor respaldo a promotores inmobiliarios con obras en curso.
"Los estímulos llegan algo tarde. Debieron llegar en verano, que es cuando se sabía que las medidas tomadas hasta entonces no habían solucionado nada", opinó Li Jin, de la Universidad Renmin de China, al mismo diario.
Según Li, las perspectivas a corto plazo "van a seguir siendo sombrías" y argumentó que el estímulo debe "reavivar el crecimiento a largo plazo con medidas que necesitan una implementación efectiva".
Por otra parte, la coyuntura internacional no ayuda, con fricciones comerciales con la Unión Europea y la incertidumbre que conlleva la celebración de elecciones en Estados Unidos, algo que podría lastrar una recuperación que, según algunas voces, debería no centrarse tanto en la inversión como en el consumo, con aumentos del salario mínimo o nuevos planes para impulsar la urbanización.
La baja demanda nacional e internacional, unida a riesgos de deflación, estímulos insuficientes, una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo o una falta de confianza en el seno de los consumidores y el sector privado son algunas de las causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial.
La economía china creció un 5,2 % en el conjunto del 2023 y las autoridades del país asiático fijaron de nuevo el objetivo de crecimiento para el presente año "en torno a un 5 %".
Dada la situación, el presidente chino, Xi Jinping, ha llegado a pedir a los funcionarios del Partido Comunista (PCCH, gobernante) que hagan "todo lo posible" para completar "un buen trabajo económico en el cuarto trimestre del año" para "alcanzar los objetivos" de 2024. EFE