Tradición, superstición y sudor: Tailandia celebra sus carreras anuales de búfalos

Chonburi organiza la tradicional carrera de búfalos para rendir homenaje a estos animales, una celebración con más de 153 años de historia llena de actividades culturales y concursos agrarios

Guardar

Brian Bujalance

Chonburi (Tailandia), 16 oct (EFE).- La zona rural tailandesa de Chonburi celebró un año más su tradicional carrera de búfalos, que este año cumple 153 años y marca el fin a más de una semana de actividades en torno a estos bóvidos, a los que se les muestra gratitud por su importante labor en el pasado en el campo.

Descalzos, agarrados tan solo a una cuerda, sin montura y con manga larga, los escuálidos y hábiles jinetes se montaron a media mañana de este miércoles sobre los lomos de los búfalos para recorrer una pista de arena de aproximadamente cien metros y conseguir el ansiado premio, que en la máxima categoría asciende a 10.000 baht (300 dólares, 275 euros).

A ambos lados de la pista, y con entusiasmo, un público mayoritariamente tailandés asistía desde las gradas anonadado y con sudor, por el tórrido clima que acabaría en lluvia, a los escasos treinta segundos de cada carrera, donde participaban un máximo de seis búfalos por ronda.

En cada carrera, los protagonistas eran las pisadas de los búfalos y las onomatopeyas que emitían los yoqueis, que los atizaban con sus fustas para tratar de ser lo más veloces posibles y obtener la primera posición.

En esta edición, la organización explicó a la Agencia EFE que en las carreras participaron un total de 88 búfalos repartidos en las cinco categorías existentes, en función del tamaño de las bestias.

Más allá de una carrera

 Aunque la carrera es el evento más famoso de este festival, a primera hora de la mañana, un desfile con carrozas arrastradas por los búfalos dio el pistoletazo de salida con cientos de personas en las calles.

Hermosos, aseados y pulcros, una de las organizadoras, Rose, explicaba a EFE que en torno a unos 700 búfalos se dieron cita durante la jornada entre los diferentes actos y concursos.

El certamen sirve para que los agricultores muestren los engalanados animales al público, en ocasiones interesado en comprar uno de los ejemplares.

Más allá de las galopadas, desde el pasado 8 de octubre, el festival, que concluye esta noche, ha albergado concursos que premian al ejemplar más sano y bonito o el desfile de carrozas tiradas por búfalos mejor adornadas así como ha organizado actividades y torneos deportivos y de ocio.

Gratitud a los búfalos

Esta festividad, que se desarrolla en Chonburi, a unos ochenta kilómetros al este de Bangkok, cuenta con más de un siglo y medio de historia y coincide con el final de la cuaresma budista -el día 14 de la luna creciente del undécimo mes lunar- y de la época de lluvias.

La tradición persigue expresar gratitud a los búfalos por su ayuda antaño a los agricultores en las tareas del campo y por su papel crítico para conseguir una buena cosecha.

Además, la organización explica que la creencia popular augura que si la carrera no se celebra algún año, los búfalos morirán por un mal presagio.

En el pasado, los búfalos de agua (Bubalus bubalis) tiraban de los arados en los arrozales tailandeses, pero la maquinaria industrial los relegó de las labores agrarias y su papel pasó a un segundo plano.

En la actualidad, los bóvidos que participan en la carrera son criados exclusivamente con este fin, mientras que otros muchos que se exhiben durante los diferentes días del festival lo son para participar en concursos de belleza. EFE.

 (foto)(vídeo)

Guardar