Londres, 16 oct (EFE).- El primer ministro británico, Keir Starmer, dijo este miércoles que la reciente actividad militar de China cerca de la isla de Taiwán, cuya soberanía reclama, "no propicia la paz ni la estabilidad", en su comparecencia semanal ante el Parlamento.
Starmer aseguró que el ministro de Exteriores, David Lammy, abordará este asunto y otras cuestiones de derechos humanos cuando en los próximos días viaje a Pekín, en su primera visita desde que el Partido Laborista llegó al poder en el Reino Unido el pasado 4 de julio.
En respuesta a una pregunta del líder de la oposición, el conservador Rishi Sunak, el jefe del Gobierno mantuvo en la Cámara de los Comunes (Baja) que su país "colaborará con China en lo que pueda como miembros permanentes del Consejo de Seguridad" de la ONU, "competirá cuando tenga diferentes intereses" y también "le llamará la atención cuando deba para proteger la seguridad nacional, los derechos humanos o los valores".
La visita de Lammy, de la cual aún no se dieron detalles, se produce después de que el lunes el Ejército chino (EPL) realizara ejercicios militares a gran escala alrededor de Taiwán, en respuesta a un discurso del presidente taiwanés, William Lai (Lai Ching-te), en el que dijo que "China no tiene derecho a representar a Taiwán".
Fue la quinta vez que China recurrió a este tipo de maniobras desde 2022, cuando hizo las primeras en respuesta a la visita a la nación insular de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, que enfureció a Pekín y elevó la tensión en la zona.
Starmer también indicó que Lammy pedirá al Gobierno chino que retire las sanciones que pesan sobre varios diputados británicos, así como la liberación del empresario y activista británico Jimmy Lai detenido en Hong Kong.
Cuestionado por Sunak, el primer ministro confirmó que su Gobierno sancionará a las empresas o ciudadanos chinos que ayuden a Rusia en la guerra contra Ucrania. EFE