Las autoridades ucranianas han revelado que Reino Unido está trabajando en sus "propias alternativas" a la idea del presidente Volodimir Zelenski de utilizar armas de largo alcance contra posiciones militares bien entrado el territorio ruso, demanda principal de Kiev ahora que se cumplen más de dos años y medio de guerra.
El comandante de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Alexander Sirski, ha informado este miércoles tras una llamada telefónica con el jefe del Estado Mayor de la Defensa británica, Tony Radakin, en la que se abordó esta cuestión de "atacar instalaciones militares enemigas en profundidad operativa y estratégica".
"En estos momentos, la parte británica está elaborando sus propias propuestas para aplicar de manera práctica el 'plan de la victoria'", ha explicado Sirski, en referencia al nuevo proyecto que Zelenski ha estado presentando a sus socios y con el que espera acercar el fin de la guerra incluso antes de final de año.
"El suministro de armas y equipos militares, la formación de personal y el aumento de la eficiencia en el uso de armas de alta tecnología son los principales pilares de la cooperación militar ucraniano-británica", ha destacado Sirski a través de un mensaje en su cuenta de Telegram.
El jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas ha aprovechado también la ocasión para persuadir a su interlocutor recordándole una vez más las "cínicas violaciones" al Derecho Internacional Humanitario y los "crímenes de guerra" que las tropas rusas han estado cometiendo desde el inicio de la invasión.
A medida que avanza la guerra y son cada vez más frecuentes los ataques ucranianos con drones contra instalaciones militares y energéticas rusas en las regiones cercanas a la frontera, Kiev insiste a sus socios en la necesidad de ir más allá y fijar los objetivos contra posiciones bien entradas el territorio ruso.
El principal deseo ucraniano con respecto a Londres es recibir suministros de misiles de largo alcance Storm Shadow y la autorización para poder utilizarlos. Los aliados de Kiev temen que esto pueda desencadenar una escalada mayor del conflicto.