Iñaki Estívaliz
Boston (EE.UU.), 16 oct (EFE).- Los Boston Celtics, vigentes campeones de la NBA, encaran la temporada que está a punto de comenzar con confianza y como aspirantes a todo, a pesar de que algunos de sus jugadores pudieron disfrutar poco o mal del título número 18 y del proceso de venta de la franquicia.
Tras convertirse en el equipo más laureado de la historia (Los Angeles Lakers cuentan con 17 anillos), los Celtics persiguen este año revalidar el título, algo que nadie en la NBA logra desde 2018.
Los jugadores dirigidos por Joe Mazzulla se han mostrado como un equipo sólido en la pretemporada con cuatro victorias (dos en Abu Dabi contra los Denver Nuggets y otras dos ya de vuelta en Boston frente a los Philadelphia 76ers y los Toronto Raptors) y una derrota (este mismo martes frente a los mencionados Raptors por un solo punto).
El equipo liderado por Jayson Tatum y Jaylen Brown se hizo con el título pasado al vencer a los Dallas Mavericks de Luka Doncic por 4-1 en las Finales de la NBA que terminaron el 17 de junio.
Todavía disfrutaban de las mieles del éxito cuando dos semanas después se anunció que la franquicia estaba a la venta, una operación que sigue en marcha y que se estima podría alcanzar los 6.000 millones de dólares.
El presidente de operaciones de los Celtics, Brad Stevens, trabajó a contrarreloj este verano para asegurar a Tatum (315 millones de dólares por cinco años) y Derrick White (126 millones por cuatro años) después de haber renovado a Brown (304 millones por cuatro años), Jrue Holiday (135 millones por cuatro años) y Kristaps Porzingis (60 millones por dos años).
El pívot letón fue clave en el título del curso pasado, pero su estado físico preocupa y no estará disponible para los Celtics al menos hasta diciembre por una lesión en el tendón tibial de la pierna izquierda de la que se operó justó tras las Finales.
Poco después de ganar el anillo para Boston, Stevens se disponía a reunir al equipo para hablarles de los nuevos contratos cuando recibió la llamada del principal dueño, Wyc Grousbeck, que le informó que pronto anunciaría la venta de la franquicia.
Grousbeck confirmó que vendería el equipo en dos partes, una mitad inmediatamente y el resto en 2028, pero que se mantendría al frente de la franquicia hasta el final de la transacción.
Otra de las circunstancias que han impedido a jugadores y aficionados de los Celtics disfrutar al máximo del victorioso verano fueron los Juegos Olímpicos de París 2024, en los que Tatum apenas contó con minutos de juego en la selección de Estados Unidos y Brown no fue convocado ni de primeras ni de segundas para sustituir a Kawhi Leonard cuando la estrella de Los Angeles Clippers dejó la concentración.
En lugar de Brown, que escribió una serie de crípticos tuits al respecto, convocaron a su compañero de equipo White.
Tras todo este ruido en los últimos meses, Mazzulla confía en que ninguna de estas circunstancias ajenas al juego va a desenfocar a sus jugadores, capaces de repetir título este año.
En una encuesta de pretemporada celebrada entre los 30 mánagers generales de la liga, el 83 % de los participantes votaron a los Celtics como ganadores del nuevo curso. Sería el primer campeón consecutivo tras los Golden State Warriors en 2017 y 2018.
Los principales rivales en el Este de los Celtics son, por un lado, los New York Knicks, que se han reforzado con el dominicano Karl-Anthony Towns y Mikal Bridges.
Por otro lado, los Sixers cuentan con la incorporación estelar del alero Paul George para respaldar a Joel Embiid, aunque ambos jugadores arrastran un inquietante historial de lesiones y ya han sufrido problemas físicos durante la pretemporada. EFE