Roma, 16 oct (EFE).- El italiano Michael Liguori, del Pádova, continúa jugando y entrenando con normalidad con su equipo pese a que el pasado jueves fue condenado en primera instancia por el Tribunal de Teramo (centro) a 3 años y 4 de meses de prisión por abusar sexualmente de una menor de 14 años en 2018.
Los hechos se remontan al 5 de julio de 2018, cuando Liguori -en aquel momento de 19 años y jugador del Notaresco- y un amigo quedaron con dos chicas menores de edad en Alba Adriatica, en Teramo, en la región de los Abruzos.
Según la reconstrucción de la acusación, el futbolista y su amigo se alejaron de los espacios concurridos y forzaron a las chicas, de 14 y 15 años, a mantener relaciones sexuales no consentidas.
El jugador y su defensa, que apelaron la sentencia, negaron esto último y siempre afirmaron que los actos fueron consentidos.
Las menores de edad acudieron inmediatamente a denunciar lo sucedido a las autoridades y durante el proceso judicial declararon ante el Tribunal: "Le dije que no, él siguió adelante de todos modos", dijo la joven, ahora de 20 años, que asegura haber sido abusada por Liguori, tal y como figura en los documentos oficiales de la investigación, desvelados por los medios italianos.
La sentencia del Tribunal de Teramo que le proclamó culpable se hizo oficial el pasado jueves 10 de octubre, dos días antes de que el Pádova jugara ante el Giana Erminio en Serie C.
Ese mismo día, en el que se conoció la sentencia de culpabilidad en primera instancia de Liguori, el Pádova emitió un comunicado avisando de que hasta que la sentencia no fuera definitiva y en última instancia continuaría contando con el jugador.
"El Calcio Padova conoció la noticia relativa a la sentencia de primera instancia relativa a su jugador Michael Liguori.El presidente Francesco Peghin y la directora ejecutiva Alessandra Bianchi han declarado que la empresa no expresará ningún tipo de valoración sobre el asunto hasta que la Justicia se haya pronunciado con una sentencia firme en última instancia", fue el comunicado emitido.
De hecho, Liguori saltó al campo 32 minutos en la victoria ante el Giana Erminio que mantiene al Pádova líder de su grupo en la tercera categoría del fútbol italiano.
El caos y la decisión del club de no apartar al jugador ha generado la polémica en Italia, en especial en Pádova.
"Ante una sentencia tan dura, incluso en primera instancia, el club podría y debería haber enviado un mensaje diferente, al menos mostrando una mayor sensibilidad no sólo hacia la presunta víctima, sino también hacia el contexto cultural que, difícilmente, se está tratando de construir. Un contexto donde se debe prestar cada vez mayor atención al tema de la violencia de género y los feminicidios", dijo Chiara Gallani, una concejal municipal del Ayuntamiento de Pádova, criticando la decisión del club de su municipio.
El de Liguori es un caso prácticamente idéntico al de Manolo Portanova, que en cambio sí que vio rescindido su contrato con el Génova por la suspensión que le asestó la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) tras ser condenado, también en primera instancia, en diciembre de 2022.
Después de presentar recurso, cosa que también ha hecho Liguori, la FIGC se declaró incompetente en el caso de Portanova, por lo que pudo volver a jugar en el Reggiana en agosto de 2023, equipo en el que indiscutible desde entonces a la espera de un nuevo juicio.
Por el momento, Liguori podrá también seguir jugando con normalidad pese a la polémica, hasta que el caso llegue a un nuevo juicio en el que se dicte una sentencia firme y en última instancia que le declare inocente o culpable de los abusos sexuales que se le acusan sobre la menor de 14 años cuando el tenía 19. EFE