Berlín, 16 oct (EFE).- El jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, alertó este miércoles de la "catástrofe apocalíptica" que vive Gaza en materia de ayuda humanitaria, y expresó su confianza en que cualquier esfuerzo por parte de cualquier país al que escuche Israel "tenga un impacto".
En una rueda de prensa celebrada en Berlín, Lazzarini expresó su esperanza de "tengan su impacto" intervenciones como el llamamiento del Gobierno estadounidense a Israel a mejorar la calamitosa situación humanitaria en Gaza incrementando la entrada de ayuda durante el próximo mes si no quiere arriesgarse a dejar de recibir asistencia militar.
Subrayó la importancia de que se esté pidiendo "una mejora significativa" de lo que hoy es una "catástrofe apocalíptica", al tiempo que celebró que esta semana se haya logrado llevar un convoy al norte de Gaza, donde se encuentran atrapadas todavía 400.000 personas en medio de intensos combates y a las que es extremadamente complicado acceder.
Señaló que aunque la realidad en el sur de Gaza es muy diferente a la del norte, ahora el grueso de la población se concentra en el 10 % de la superficie de la Franja.
Una de las dificultades adicionales a las que se enfrenta la UNRWA para operar en Gaza es el colapso total del orden civil, de manera que los pocos convoyes que sí entran en el sur han sido saqueados, entre otros por grupos armados emergentes.
"Pero también nos hemos enfrentado a la situación en la que los israelíes en el puesto de control ya no escuchan la cadena de mando e impiden activamente el cruce de convoyes", denunció.
Lazzarini advirtió de que Gaza está entrando en un situación en la que "la hambruna o la malnutrición aguda son, por desgracia, una probabilidad" que, añadió, puede evitarse.
Agregó que "el hambre nunca ha prevalecido per se en Gaza" y que, por lo tanto, es un hambre "creado artificialmente" y, en consecuencia, evitable sólo con dejar entrar convoyes.
Por otra parte, el jefe de la UNRWA llamó la atención sobre la situación de la educación en Gaza, que calificó de "prioridad colectiva" al subrayar que "la educación es el único bien que nunca se ha arrebatado a los palestinos".
Señaló que de los dos millones de población en la Franja de Gaza, un millón son menores, y de estos, 600.000 niños de primaria y secundaria que llevan más de un año privados de educación y "viven actualmente entre los escombros, profundamente traumatizados".
"Y cuanto más esperemos para devolverles a un entorno educativo, más estaremos sembrando las semillas de aún más resentimiento, de aún más odio aquí en la región", advirtió.