La guerra contra el inglés y los universitarios extranjeros en Países Bajos

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Imane Rachidi

La Haya, 16 oct (EFE).- El Gobierno neerlandés ha declarado la guerra a la “anglicización” de la educación superior, por lo que limitará el número de universitarios internacionales y garantizará que el neerlandés sea el idioma de instrucción principal en las licenciaturas, un planteamiento que genera dudas en las facultades en Países Bajos.

El ministro de Educación, Eppo Bruins, propuso al Parlamento “establecer el neerlandés como norma” en la educación superior, y “limitar la migración estudiantil” para garantizar que “la educación siga siendo accesible, mejorar las habilidades en neerlandés y aumentar la posibilidad de que los estudiantes internacionales se queden” en Países Bajos una vez finalicen sus estudios.

“Países Bajos es una nación del conocimiento a nivel internacional, y para nuestro futuro, debemos seguir siéndolo. En los últimos años, hemos visto un aumento en el número de estudiantes internacionales, lo que ha generado una gran escasez de viviendas para estudiantes, aulas abarrotadas y presión sobre el idioma neerlandés”, resumió Bruins.

Al imponer el neerlandés como norma, los estudiantes mejorarán sus habilidades lingüísticas, y el “talento internacional” podrá quedarse “y contribuir a la economía y sociedad” neerlandesa.

Según cifras oficiales, más del 20 % de todos los estudiantes de primer año de licenciatura en el último año académico no eran de Países Bajos, lo que asciende a más del 31 % en la educación científica.

La probabilidad general de que los alumnos internacionales se queden después de cinco años es de media un 25%, lo que se reduce al 19 % en el caso de los estudiantes europeos, que pueden estudiar en Países Bajos con las mismas tasas que los neerlandeses.

Los requisitos del idioma en el trabajo y en la sociedad son una gran barrera a la hora de decidir quedarse en Países Bajos, según diferentes investigaciones en manos del Ejecutivo.

Según la propuesta de ley, los programas de licenciatura en neerlandés deben ofrecer al menos dos tercios del currículo en neerlandés y un máximo de un tercio puede ser en otro idioma, dejando espacio para, por ejemplo, clases magistrales de profesores extranjeros e investigadores.

Para poder ofrecer un programa completo en otro idioma se debe solicitar un permiso a una comisión y al ministro directamente, lo que solo se obtendrá en base a cuatro criterios, entre ellos que se trate de programas para sectores con escasez en el mercado laboral (tecnología y ciencia) o que los estudios en sí tengan un carácter internacional imprescindible.

“Con la gran escasez en el mercado laboral, sigue siendo necesario atraer estudiantes internacionales talentosos, especialmente para los sectores con escasez (…) Queremos atraer a los estudiantes internacionales adecuados y, con un mejor conocimiento de neerlandés, aumentar las posibilidades de que se queden a trabajar aquí después de sus estudios”, agregó el ministro.

Otro de los objetivos mencionados por el gabinete es reducir el gasto en unos 293 millones de euros en estudiantes internacionales a partir de 2026. Las instituciones de educación superior podrán establecer un límite específico de estudiantes que pueden ser admitidos en programas en inglés.

Para las universidades, todo esto es una política simbólica. Casper van den Berg, presidente de la organización que agrupa a las universidades en Países Bajos, denunció, en la televisión pública NOS, que “en realidad, el gobierno está atacando brutalmente a las escuelas superiores y universidades” porque las políticas propuestas llevarán a una reducción en la oferta educativa.

Según sus explicaciones, muchos programas en neerlandés no podrán sobrevivir si se aplica este sistema porque “no pueden mantenerse por sí mismos, dependen financieramente de los programas en inglés” al no tener suficientes inscripciones para sostenerse.

La Asociación de Universidades de Ciencias Aplicadas cree que el gobierno está exagerando el problema porque el 92% de los programas de educación superior ya se imparten en neerlandés y las propias facultades han tomado sus propias medidas para reducir los programas en inglés. "El neerlandés ya es la norma en la educación superior", sentenció.

El sindicato estudiantil LSVb admite la expansión del inglés, pero no cree que el planteamiento del ministro vaya a abordar el problema. "Esto parece más una demostración de fuerza", señaló su presidente, Abdelkader Karbache, que recuerda que la educación depende del personal que habla inglés y que no hay suficientes empleados en neerlandés para todos los programas.

Además, los ingresos generados por los estudiantes extranjeros son “indispensables” para las universidades a día de hoy. "Esa es la razón por la que se ha traído a tantos estudiantes internacionales. Es un incentivo financiero. Es un modelo de ingresos defectuoso, pero es un hecho", agregó, instando a abrir un debate sobre una alternativa mejor. EFE

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