Ailén Desirée Montes
São Paulo, 16 oct (EFE).- Este martes, la 'beatlemanía' invadió las calles de São Paulo. Brasileños de todas las edades formaron largas filas fuera de un agotado Allianz Parque a la espera de una leyenda viva con más de seis décadas de trayectoria: el señor Paul McCartney, que aterrizó una vez más en latinoamérica con su gira 'Got Back Tour', la que lo devolvió a los escenarios tras la pandemia.
Dentro del estadio del club paulista Palmeiras, los fanáticos, que portaban banderas inglesas y brasileñas, se organizaron para cantar sus temas más conocidos intentando hacer más amena la espera, que fue un poco más larga de lo programado.
Hubo tanta gente fuera esperando para ingresar que el show debió demorarse media hora, rompiendo con la puntualidad inglesa a la que Paul ha acostumbrado a su público.
Más de 50.000 personas coreaban su nombre hasta que apareció en el escenario al grito de ‘Buenas noches, Brasil’ en un mix entre español y portugués, y se escucharon las estrofas de 'A Hard Day’s Night', dando inicio a un concierto que prometía rock y nostalgia.
Durante casi 40 canciones y más de dos horas, el británico de 82 años le demostró a São Paulo que la edad es solo un número e hizo viajar a todos los presentes a tiempos pasados, rememorando clásicos del cuarteto más famoso del mundo.
Durante ese vuelo no olvidó algunas canciones de Wings y The Quarrymen –su primer grupo en 1956 junto a John Lennon y George Harrison en 1956 que luego evolucionó hasta transformarse en The Beatles–.
“Vamos a viajar en el tiempo a Liverpool y Londres”, dijo y presentó 'Love Me Do', aquella que dio inicio a la carrera musical de los cuatro a principios de los 60s.
También sonó 'My Valentine', dedicada a su actual esposa Nancy Shevell quien se encontraba viéndolo en uno de los palcos, y las parejas de la audiencia se abrazaron, mientras los visuales del escenario reproducían el video musical dirigido por el propio Paul McCartney, donde aparecen Natalie Portman y Johnny Depp interpretando la letra en lenguaje de señas.
Hizo su paso por el piano y al terminar cada canción Paul agradecía, se paraba y bailaba, a pesar de que su cara demostraba cierto cansancio.
En medio del show, se apagaron las luces del estadio y, con su guitarra acústica y un cielo estrellado al fondo, dio paso a 'Blackbird' y 'Here Today', canción que compuso dos años después de la muerte de John Lennon.
Lennon apareció nuevamente cantando en la pantalla del escenario durante 'I’ve got a feeling' en un video del famoso concierto en la azotea de un edificio londinense, y "el eterno beatle" se dio vuelta para ver a su mejor amigo en acción, mientras, en la platea, familias enteras con integrantes que llegaron a conocer a Lennon con vida y otros que no se abrazaban y lloraban.
Tampoco olvidó a su compañero George Harrison, a quien le agradeció que haya compuesto 'Something', una “hermosa canción”, antes de comenzar a tocarla.
Siguió con 'Now And Then', considerada “la última canción” de The Beatles, que fue guardada durante más de cuatro décadas, hasta que finalmente fue lanzada en noviembre de 2023 recreando la voz de Lennon con inteligencia artificial.
Aunque parecía que el concierto concluía con 'Hey Jude' –“el coro más cantado de la historia"–, luego volvió para cerrar con broche de oro y muchos fuegos artificiales.
Este miércoles, Paul McCartney volverá a pisar la arena del Palmeiras para después viajar a Florianópolis el sábado 19.
Luego retorna a Argentina, esta vez en la provincia de Córdoba, y sigue su gira por Perú, Bogotá, Costa Rica y México, antes de emprender su partida a Francia, España e Inglaterra.
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